Demon

2.

Tracy

Hoy fue un día tranquilo, me tocó el curso que más amo en la vida y gracias al cielo no me tocó el que no me gustaba. Matemáticas. Ese es el nombre con el que tuve muchas pesadillas de pequeña. Al principio pensaba que era un curso mágico pero después el polvito de hadas se acabó y me dio una bofetada haciéndome caer en la cruel realidad. No soy buena en matemáticas. Y, desgraciadamente, no tengo más polvo de hadas como para volver a interesarme en las matemáticas.
Volviendo al tema anterior, hoy fue un día muy tranquilo e hice una amiga. No es broma señoras y señores. Tracy Delfina Carmen de las Mercedes Smith hizo una amiga. Y no,no es una amiga imaginaria ni es Augustus-el hámster de la clase- es Megan. Ella es australiana pero vino a los Ángeles por el trabajo de sus padres. Genial,verdad? Su vida es como la de las películas. Sólo falta que se enamore de Ethan y vivan felices para siempre... Espero que eso no pase,la chica ya me está cayendo bien y sería una pena que caiga tan bajo.

- Chau Tracy- se despide mi nueva amiga-nos vemos mañana.

-Chau Megan- me despido con la mano mientras camino hacia mi casa.

Paso por el gran parque que está cerca de mi casa y veo a una pareja de enamorados. El chico tiene una sonrisa de oreja a oreja al igual que la chica que tiene un oso de peluche enorme.
De pequeña siempre me pareció muy asqueroso todo lo que tenía que ver con cosas románticas...y ahora también pero lo tolero.

Al llegar a casa puedo sentir el olor de la carne asada que preparó mi madre y puedo escuchar el sonido del televisor. No dudo ni un segundo y ya estoy tirada encima de mi pequeña hermana despeinandola.

-dejame ver la televisión!- dice de mal humor-basta!-yo sigo despeinandola-mamá!- escucho unos pasos y al llevar mi vista hacia arriba veo a mi mamá con las manos a en su cintura y negando divertida.

-No las puedo dejar un momento solas,verdad? Try, ni siquiera me has saludado- me levanto rápidamente del regazo de mi hermana y me acerco a mi madre para darle un gran abrazo.

-hola mamá-le digo- tengo hambre

-si ,ya voy a servir la comida- dice llendose a la cocina. Yo voy a mi habitación que está en el segundo piso y me cambio el uniforme. Luego bajo y voy al comedor donde se encuentra sentada mi hermana escribiendo en su celular.

- hablando con tu novio?-le pregunto molestandola mientras me siento al lado de ella.

- buscando una vida?- okay, eso sí dolió. Ruedo los ojos y miro el plato de carne asada que está pidiendo que lo coma.

- huele de maravilla- digo sonriendo.

- es mi nuevo perfume-dice mi hermana aún con la vista en su celular.

-estaba en oferta?-le pregunto.

- eres una tonta-dice rodando los ojos y dejando su celular en la mesa para poder comer. Es en ese momento en el que me doy cuenta de lo que le dije.

- lo siento,yo te preguntaba para ver si me podía comprar uno-le digo cortando la carne.

- No te preocupes,ya me acostumbré a tu bocota- dice con una sonrisa fingida que le hace arrugar la nariz.

- te fue mal en el colegio o qué? -le digo. Al parecer ella se da cuenta a que quiero llegar y cambia su expresión a una más relajada.

-si,me fue horrible-dice encorbandose. Nuestra madre entra al comedor con un plato de comida para ella y se sienta con nosotras.

- que pasó hoy día cariño?- pregunta mi madre mirándola.

- Mackenzie-dice mirando su plato- es una molestosa, me mancho mi ropa con pintura azul.

-No le hagas caso,no tiene vida-le digo recordando lo que ella me dijo. Ella ríe.

...

Estoy tirada en mi habitación escuchando música a todo volumen,sin nada que hacer,no siquiera una tarea...sola y aburrida.

-bajale el volumen a tus horribles canciones!!-escucho que dicen detrás de la puerta.Bethany,para ser una chica de doce años tiene una gran personalidad que se esconde en ese cuerpo frágil que aparenta ser. Yo con los dieciséis años y medio todavía no reuno las agallas para poder hablar en frente de la clase sin sudar ni tartamudear.

Bajo el volumen de la radio y me tiro en la cama otra vez. Hoy día hice una amiga, hice sentir bien a mi hermana y comí asado de carne, se siente bien estar resolviendo problemas.
Lamentablemente los únicos problemas que no puedo resolver son los míos.