Cuelgo el teléfono
-¿Qué habrá pasado con Vanessa?-
Incógnita que pasa por mi mente mientras llevo hacia mi boca una taza de café, miro a mi alrededor percibiendo en el ambiente desolación y frialdad al ver la oscuridad que se encuentra a mi alrededor, retiro mi taza y me inclino levemente hacia atrás apoyándo mi espalda sobre la silla sintiendo como cierta comodidad se apodera de mi cuerpo poco a poco.
Miro sobre mi escritorio, perfectamente ordenado, una fotografía en donde estaba Señor Varoni y yo...
...
-Sr. Varoni, espere un momento... ¿Qué le pasa?- mis palabras las cuales fueron interrumpidas por el estrepitoso ruido de la puerta cerrandose en mi cara.
Abrí la puerta entrando cuidadosamente en mi oficina donde se encontraba el señor Varoni tirando cosas por todo el lugar, lleno de ira y desesperación tratando de desahogarse.
-Señor Varoni ¿Se encuentra bien?- pregunté mientras cierro la puerta de manera discreta.
-¿Acaso parece que me encuentro bien?- me respondió con otra pregunta, golpeando fuertemente el escritorio.
Al ver lo alterado que estaba, lo tomé por la altura de sus hombros tratando de calmarlo, pero este se zafa al moverse de manera forzosa.
-Cálmece, por favor. No sé lo que ocurre, pero me parece que no es la manera de resolver lo que le pasa- fueron mis vocablos, los cuales trataron de calmar aquel hombre tan imponente y lleno de rabia.
El silencio fué lo que lo que se pudo percibir tras mis palabras que parecían controlar el cólera de Varoni, quien decidió sentarse en uno de los muebles situados enfrente de mi escritorio para reflexionar las palabras que diría a continuación.
-Maldición, todo se echó a perder, aunque ¿Cuál era la probabilidad...?- fueron sus palabras las cuales interrumpieron el completo silencio que se encontraba en este lugar.
-¿A qué se refiere? ¿De qué o quién me está hablando?- incógnitas de mi parte que fueron expresadas.
-En este caso no es qué o quién, me refiero a quienes- cruzó sus brazos y miró a un punto fijo de la pared.
Estaba confundido, no sabía que decir ante tal respuesta, no sabía a que se refería. Me senté y mientras lo hacia detallaba cada uno de sus vocablos.
-Lo siento Señor, pero no se a qué se refiere- me dí por vencido al no encontrar alguna explicación lógica ante sus palabras.
-¡Demonios Lyon! ¿Tengo que explicarte todo?, te hablo de Mary McCathy- me contestó de golpe, pronunciando el nombre de aquella chica con desprecio y molestia.
-¿Qué pasa con ella?- pregunté al recordar el rostro de aquella chica pálida de cabellos rojizos, quién es una de las nuevas pacientes de nuestras instalaciones.
-Estoy cansado de tú incompetencia, no puedo creer que aún no lo sepas. Mary... Mary McCathy... está embarazada- se podía ver la clara expresión de molestia emerger de su rostro.
Me pareció demasiado extraño ver esa actitud en alguien tan frío como él.
-Discúlpeme por las preguntas constantes, pero, ¿Cuál es el motivo de su enojo? ¿Le molesta que Mary McCathy esté embarazada, por qué?- no podía con las dudas, millones y millones de preguntas fueron el acumulándose en mi cabeza.
-No me molesta el hecho de que esté embarazada. Me molesta el hecho de que va a tener gemelos, para mi mala suerte. Tener descendientes pacientes del S.M.C era un objetivo muy importante- fueron aquellas palabras las que me hicieron reaccionar y me dispuse a preguntar nuevamente.
-¿Es acaso usted el padre de esos niños?- pregunté con una expresión de sorpresa en mi rostro.
-Sí... Pero de haber sabido que serían gemelos no abría llegado hasta los extremos de acostarme con ella- expresa estas palabras con desanimo, para luego continuar con molestia- Sólo un miembro faltó para que la Jerarquía mental estuviese completa estando tan cerca todos mis planes, de ser padre unos mocosos enfermos que podrían ayudarme con las investigaciones, se fueron por el caño.
-Fue una acción demasiado precipitada al saber que no era el cien por ciento de que estuviera embarazada de trillizos, y sin mencionar de que esa chica es menor de edad- palabras que expresé en modo de reproche.
-Lo sé. Tan sólo quería indagar un poco más en las investigaciones, y pensé que sí podría tener descendientes padecientes del Síndrome de Mentes Compartidas tenía la posibilidad de descubrir nuevas características teniendo de cerca a quienes serían mi hijos, pero no... Todo se hechó a perder- estas fueron las palabras de Varoni a través de las cuales podía notarse la decepción, al descubrir que todo sería un fracaso. O quizás no.
Un silencio llena habitación, acompañado con una sensación fatigosa e incómoda; las cuales fueron desarraigadas de inmediato a escuchar el sonido de mis vocablos.
-Señor, no todo está perdido. ¿Qué le parece sí...
...
-Doctor Lyon, los hermanos Whitman ya se encuentran en las instalaciones ¿Desea que los deje pasar?- La voz de una enfermera interrumpe mis sombrios recuerdos de manera improvisada.
-Sí, sí claro déjalos pasar- mis palabras que se lograron escuchar con gran facilidad por causa mi voz tosca.
La enfermera cierra la puerta lentamente para evitar cualquier tipo de molestia ante mi presencia.
Coloco las manos sobre mi nuca tratando de relajarme, a la espera de la presencia de los hermanos Whitman...
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Mentes Compartidas
Science FictionLa mente, el transporte que conecta la fantasía y la realidad, pero ¿Qué dirían sí la mente se pudiera compartir? Como un enlace capaz de cambiar las expectativas de las personas, cuando hablo de personas me refiero a James, Carol y Vanessa Whitman...