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CHICAGO

–No, basta, aléjate de mi– exclamé

El moreno tenía un pincel embarrando de pintura de óleo, su olor era desagradable además de ser una pintura difícil de retirar de la piel.

–Vamos cariño– entonces me paralizo.

Había estado saliendo con Zayn un par de meses, yo siempre le había aclarado que lo nuestro no sería algo oficial o duradero, me gusta divertirme con el, sin embargo no quería ningún título para nosotros dos, siempre le dejé en claro que había alguien esperándome en casa, alguien que yo quería.

Sin embargo Zayn se empeñaba en siempre decirme cosas tiernas y tratarme como si fuera su pareja, abrazándome cada vez que puede y besándome en cualquier oportunidad.

–Lo siento– murmuró.

–Mañana me voy Zayn

–Lo sé

El ambiente se pone tenso, me gustaba Zayn, claro que si, pero simplemente el no era Harry, y lo que menos quería era lastimarlo, sin embargo no importa cuánto tratara de evitarlo, lo haría de una u otra manera.

Zayn se mudaría a Londres a inicios de diciembre para adaptarse antes de entrar a la universidad de bellas artes, por lo que sabía que me buscaría más adelante, sin embargo el siempre hecho de visualizar a Harry y a Zayn conociéndose se tornaba incómodo.

–Ya es tiempo de regresar a casa– murmuro, viendo el ocaso desde el techo de aquel alto edificio.

–Te llevaré –dice Zayn.

No había comprendido que yo me refería a mi casa, en Londres, con mi mamá y Richard, sin embargo no dije nada más.

Zayn comenzó a guardar sus materiales de pintura y se levantó, ayudándome a mi también a ponerme de pie. El moreno se había decidido a pintar el atardecer y por lo visto, lo había hecho muy bien.

Zayn me acompañó a casa, con mi papá y Luke, se despidió con un abrazo, un abrazo del cual yo no me quería soltar, a partir de ese momento yo no volvería a ver a Zayn hasta diciembre que se mudará a Londres, y lo iba a extrañar con locura.

–Cuídate, ¿si?

Entonces él se acerca y me otorga un beso en la comisura de los labios.

–Te veré en diciembre

Y se marcha, dejándome con una sonrisa en mi rostro.

Cierro la puerta de mi casa, al entrar veo a mi papá leyendo el periódico, y a mi hermano con una sonrisa amplia, el rubio estuvo viendo y escuchando nuestra conversación en todo momento.

–Metete en tus asuntos renacuajo –digo, sentándome a su lado en el sofá.

–Él me agrada más que el matorral de piojos que tenías en Londres.

Suelto una carcajada sonora, definitivamente en cuanto viera a Harry de nuevo usaría ese apodo en él.

El resto de la noche vi películas con mi hermano, esperando a que fuera el día siguiente para volver a casa.

En octubre el clima era terrible, nuestro vuelo se había retrasado un par de horas, sin embargo logramos llegar y justo a tiempo.

Desde hace varios días había planeado darles la sorpresa a Gwen y Niall, evite decirles el día en que regresaba a Londres, puesto que tenía planeado sorprenderlos en la escuela al final de las clases.

Y así fue como lo hice, le pedí a Luke que me llevara a la escuela en donde solíamos estudiar a esperar a que la campana anunciara el fin de las clases y por fin poder ver a mis amigos.

Y ahí estaban, un rubio teñido y altanero acompañado de Gwen y unos chicos más. No lo resistí más, me baje del auto y corrí hacia ellos.

Daría un millón de libras solo para poder volver a ver el rostro de Niall y Gwen al percatarse de que una chica loca corría hacia ellos, habría jurado que Niall estuvo a punto de retroceder y salir huyendo del lugar, sin embargo, ambos me reconocieron justo a tiempo para abrir sus brazos y recibirme con un abrazo.

–¡Desgraciada estás aquí! –exclamó Gwen.

–Y regresaste con el corte de cabello de Troy Bolton –bromeó Niall.

Después de la quimioterapia mi cabello pasó a ser parte de la historia, lucía como Britney Spears. Al final mi cabello no logró crecer del largo en que lo tenía antes, así que ahora luzco más bien como Zack Efron en High y school musical.

–Me gustaría seguir con ustedes, pero quiero ver a Harry también.

Entonces las sonrisas se borran del rostro del par. Los miro algo confundida, tal vez Harry había muerto, o tal vez le había salido un bigote muy feo.

–No creo que sea buena idea Jude...

–Buena idea o no, voy a buscarlo.

Y decidí buscarlo, buscarlo desesperadamente por toda la escuela. No sabía si era el hecho de no haberlo visto por al menos 5 meses, o que simplemente quería ver su rostro cuando me viera.

Y ahí estaba, sentado debajo de un árbol en los brazos de otra chica, y el problema no era que estuviera con alguien más, ya me lo esperaba conociendo a Harry, más bien era que estaba juntando sus labios con la que alguna vez fue mi mejor amiga. Abby.

Killing me softly; hsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora