Cuando habla el Corazón 2 (chico x chico)

Capitulo 34

—¡Fuera, fuera!

Julian entendió esa palabra mientras le empujaban hacia delante y Kevin tiró de él, obligándolo a permanecer detrás de él, apoyado en la pared.

—Mantente pegado a algo —explicó Kevin, sin mirarlo, con la atención puesta en algo que sucedía al otro lado de la puerta y sólo giró la cabeza para hacer señas a alguien detrás de ellos y Julian vio como un grupo de cinco personas se precipitaban fuera de la habitación y escuchó varios disparos con el corazón desbocado por el miedo. Kevin volvió a mirarlo y le agarró por los hombros para obligarle a que le prestara atención —. Mírame, Julian. Camina encorvado, corre, protégete y sobre todo, mantente escondido. ¡Julian! ¿Me entiendes? Esto es una guerra. Tú no eres Kei, nadie va a tratar de atraparte. Muy pocas de las personas que se encuentran junto a Alexander te conocen. Nadie se parará a preguntarte quien eres. No les interesas. Eres un enemigo más. Sólo dispararan a matar —Julian lo miró fijamente —. Es matar o que te maten, ¿estás seguro? Aún puedes salir por dónde has entrado e irte.

Julian sacudió la cabeza lentamente.

—¿Dónde está Nathan?—murmuró.

—¿Qué? —Kevin lo miró confuso y dejó que se soltara y se levantara.

—También sacarían esa información a aquellos hombres, ¿verdad? Sabéis el lugar donde Nathan se encuentra.

No era una pregunta y Kevin lo sabía; incluso Julian veía en sus ojos la comprensión de sus intenciones. Lo había estado pensando mientras esperaba ahí abajo, mientras todos organizaban y salían a cumplir con las órdenes que habían recibido.

—No me han ordenado acceder allí —dijo Kevin, muy serio, sin dejar de mirarlo.

Claro que no le habían ordenado algo así. Ni a él ni a nadie. Julian sabía que Kei se encargaría de buscar y alcanzar a su primo. Levantó la mano y miró la pistola que seguía en su mano.

—Kei ha venido a matar a Nathan —murmuró.

—¿De qué estás hablando? —se interesó Kevin, levantándose también —. Venimos a buscar a Nathan...

—No. Kei no creé que pueda rescatarlo de aquí. Planea matarlo y liberarlo de esa manera —¿Y cuánto le pesaría la muerte de Nathan? ¿Cuánto más nublaría su mirada? —. He estado pensando... Puede que no pueda acercarme a Kei para ni tan siquiera salvarle la vida... no...—Julian notó como sus labios se curvaban en una sonrisa que ni siquiera sentía—, si me acerco a él sólo me convertiría en una carga, ¿verdad?

Kevin no respondió pero Julian no necesitaba realmente que lo hiciera. Unas voces al otro lado de la puerta hizo que Kevin se pusiera en guardia y aplastó su espalda contra la pared, haciéndole señas para que hiciera lo mismo y Julian vio como anteponía el arma frente a ellos, a la espera.

—Julian, prepárate. Te cubriré. Hay unas escaleras a la derecha. Ve directo a ellas.

Julian asintió e imitó a su amigo con la pistola, pegándose también contra la pared y cuando Kevin abrió la puerta y comenzó a disparar hacia varios hombres que se encontraban cubriéndose desde un mueble tumbado al suelo. Julian salió corriendo y prácticamente se tiró sobre las escaleras para cubrir el cuerpo y vio al chico ruso que también se escondía en las escaleras y le hizo una mueca con la cabeza para indicarle que subiera.

—¿Estás herido?

Julian se inclinó hacia él. Lo reconocía de haberlo pisado cuando entró por la ventana del sótano y le ayudó a situarse a su lado. El hombre lo apartó con un quejido y mostró la herida de bala que tenía en un lado y Julian vio impresionado la sangre que chorreaba bajo su cuerpo y no fue capaz de apartar la mano aunque sintió como algo húmedo y tibio le cubría los dedos.