Café.

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Escribo para no volverme cuerdo
Esperando que algún día me leas
Usando por tinta de mi pluma
La sangre de tu indiferencia

Escribo entre lineas
Cada estrofa de tu risa
Y luego recito a tus ojos
Que viven de poesía.

Porque eres la métrica de las estrellas,
Tus palabras brillan en el cielo,
Eres los versos por los que vivo
Y las rimas por las que muero.

Era de roble tu pelo
Tus ojos, el café que me debías
Mi lapida la sellarán tus rosas
Que serán blancas como tu sonrisa.

Y sin embargo aquí yazco,
Como si hubieses sido mia
Como si no flotase allí abajo
Donde mi inocencia, conmigo, moría.

Pues en mi memoria viven
Ahora despeués de muerto
Todos esos recuerdos
Que pudieron ser y no fueron.

DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora