capitulo 1

58 1 0
                                    

Noche fría, tragos amargos, gritos ahogados y mujerzuelas con los ojos vendados. Es el pan de cada noche, desafortunadamente vivo arriba de un burdel, a pesar de eso no es tan malo; yo pago la renta de mi departamento y del burdel, la señora que administra el lugar a veces me presta una o dos "Gardenias corrompidas" cada vez que le ayudo con un apuro o simplemente cuando llego del trabajo muy cansado.

He vivido en este lugar desde los 17 años, me largue de ese lugar horrible cuando tuve la oportunidad, la señora Ana me ayudo tanto que tengo que ayudarle con su "Hogar", son tantas cosas en las que me ayudo que ahora me toca ayudarle a ella.

En este momento estoy en mi departamento haciendo cuentas como todos los días mi única compañía desde hace 2 años es un perro; estaba lastimado en la calle, por lo visto le habían atropellado, desde entonces vive conmigo.

El departamento era un asco, casi siempre se encontraban prendas de mujeres pero él le tenía respeto a su mascota y solo por ese motivo mantenía "limpio" el lugar

Como cada mañana Ricardo le dejaba comida a su mascota, desayunaba bastante bien, tomaba una ducha y se ponía un traje, afortunadamente era lunes y le tocaba medio tiempo en la oficina, eso no quita lo aburrido que era su trabajo, pero pensaran que es un hombre responsable por lo que ha contado en la historia, pero no es así; es todo un donjuán, si le gustaba la nueva del trabajo no dudaba en cogérsela, es una persona aventura incapaz de sentir amor hacia una persona.

Hoy era su día, la última chica que le faltaba había cedido a tener sexo con él, no fue lo que planearon pero quedaron satisfechos; el almacén era un lugar bastante decente para hacer aquel acto. Aun así él sentía que faltaba algo más. Salió del trabajo a las 3:55 llegó a su casa en 10 min. En su moto.

-no sé, si en este problema te podría ayudar...

-Te lo suplico, no volveré pedirte nada.

-Siempre dices lo mismo.

La mujer perfecta.Where stories live. Discover now