Al día siguiente

-Despierta, malnacido- ¿quien podría ser?; en ese momento no tenía idea de eso, puesto que nadie entraba a su habitación.

-¡Dije que despiertes, coño!

medio adormilado pudo ver quien era. Le pareció la mujer mas linda del mundo, por un momento se olvido de todo mal que pudo haber causado...

-¿Quien eres?-Dijo con una voz dulce

-Pendejo, soy Ana. 

Una sonrisa maliciosa salio de la pequeña boca de algodón

-Ah, que quieres?-Dijo con una voz áspera y ronca, fue muy repentino el cambio de voz

-QUE TE LEVANTES- Grito seguido de un jalón brusco de sabanas.-Te presentare a la flor; ese dia te largaste y no la viste, necesito que lo hagas

-¿para que?

-Siempre haces la misma estúpida pregunta, solo levántate...-con voz un poco mas calmada dijo.- os lo ordeno 

-oh su majestad, perdonad a esta bestia, os pido disculpas

Entre risas logro pronunciar.-te daré de desayunar

Ricardo se levanto con bastante prisa, pues Ana cosina exquisito.

Ya en el comedor se sentó y tomo el desayuno.

-¿Vendrás?, remedo de hombre 

-Me acabas de convencer con este delicioso desayuno.

Ana lo tomo de la mano guiándolo por el camino, para que no tropezara pues es muy torpe. Ricardo no pudo evitar sonrojarse, la quiere como madre pero es el prototipo perfecto para él... solo que no le tenia afecto.Cualquiera se podría enamorar de ella; es perfecta.

Llegando al lugar se encontraba una chica decaída y muy bien arreglada.Al ver al atractivo joven, no tardo en pararse lo mas rápido que sus reflejos le permitieron.

Entre balbuceos y timidez dijo.- Mucho gusto soy Marce.

Ricardo la miro con desagrado, al ver esos ojos brillosos, su piel blanca y sus largas piernas, cambio al instante esa cara.-Mucho gusto, soy Ricardo... vivo acá arriba.- Una sonrisa grande con aquella dentadura perfecta gracias a unos aparatos, adornaron su rostro.

Pero Ana no tenia idea de lo podría pasar, aquel saludo es el comienzo de la historia...

La mujer perfecta.Where stories live. Discover now