La mujer perfecta.

Nunca tuvo importancia

Ricardo fue en busca del dichoso hombre para... poder hacer su trabajo; trabajo que solo Ana le proporcionaba sin sueldo alguno, si no es poco también tiene que pagar renta, es demasiado estúpido para irse a otro lugar o tal vez... demasiado sentimental para dejar a Ana, su Ana. Desde aquel momento a pesar de la poca diferencia de edad se sintió poseedor o dueño de ella, nunca mostró indiferencia por el acto cometido, fue una forma de aprobar su comportamiento. Fue su culpa.

Llegando al lugar indicado, Ricardo esperaba aquel hombre fuera de su vivienda, aun sin haber conocido a la chica sentía rabia por el acto de el hombre tan despreciable. El chico no se complicaba la vida, en ningún instante. 

Salio el hombre con un cigarro en la boca, Ricardo no toleraba el olor siempre y cuando venga del cigarro ajeno, se acerco silenciosamente y desnuco al miserable, para asegurarse de que la acción este bien hecha; le clavo un pequeño puñal que siempre llevaba con él, en la yugular del hombre. Esto le proporcionaba cierta seguridad, aprovecho el momento para entrar a la casa rodante, observo que en algunas fotos estaba una hermosa mujer con un bebé en los brazos, no pudo evitar sonreír ligeramente. Encontró algunos periódicos donde anunciaba a una actriz casada con un desconocido, continuamente otro abajo donde anunciaba la muerte de la famosa, la desaparición de su hija y al marido en un manicomio. Entonces ¿quien es el señor?, ¿por que tenia a la supuesta hija?