Capítulo 4

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Claire se quedó parada nada más bajar del autobus, necesitaba asimilar lo que había pasado con Marc en menos de un día; primero encontrarle en el bus de camino a la universidad y terminar hablando con él; después, el encontronazo gracias a su querida amiga Nora y por último, la charla de vuelta a casa en la que quedaron en verse al día siguiente en la universidad.

Cuando volvió en sí, empezó a caminar, todavía le quedaban unos metros para llegar a la puerta de su casa. Durante ese camino (por corto que fuera) pensaba en Marc y en lo que pasaría al día siguiente. Le daba miedo estar cerca de él más de 10 minutos, aunque fuera una simple conversación en la cafetería de la universidad tomando algo.

Cuando llegó a su casa, abrió la puerta para cerrarla luego tras ella. Esperaba no encontrarse con nadie, no quería que su madre la hiciera las mismas preguntas que todos los días, no quería tener que soltar que había conocido a un chico (lo de mentir no se le daba nada bien). Así que subió corriendo a su habitación pero justo cuando fue a cerrar la puerta de esta salió su madre de la suya:

- Hola hija, ¿qué tal las clases? - dijo su madre acercándose para darla un beso para luego arrugar la nariz.

- Mmm, bien, como siempre - dijo un poco tensa cuando vio a su madre acercarse a darla un beso.

- ¿Qué tal está Nora?

- Bien, ¿por qué me lo preguntas? - dijo Claire frunciendo el ceño.

- Me llamó su madre ayer para decirme que su abuela está ingresada por unas piedras en el riñón y que se tenía que ir unos días para estar con ella, que estuviera pendiente de Nora por si necesitaba algo.

- Vaya, no tenía ni idea, Nora no me ha dicho nada...

- Tampoco te preocupes, la darán el alta en una o dos semanas - dijo encogiendo los hombros-. Igual su madre no se lo había dicho todavía.

- Hablaré con ella esta noche. Por cierto, ¿qué hay para comer? - preguntó Claire a la vez que se tocaba la tripa.

- Pues hay coliflor con bechamel y solomillo al horno. ¿Te gusta no?

- Sí, sí; bueno, me voy a poner cómoda, ahora bajo a la cocina - se dio la vuelta y se metió en su habitación.

Dejó las cosas en el escritorio y en la cama, abrió el armario, cogió su camiseta dos tallas más grandes, se quitó los pantalones y se hizo un moño.

Cogió el móvil y le mandó un whatsapp a Nora, "esta noche tengo que hablar contigo de varias cosas". Salió de su habitación dejando el móvil en la cama y fue a la cocina, allí empezó a poner la mesa, cogió servilletas, vasos, platos y todo lo necesario para comer. Se sentaron en la mesa y empezaron a comer. Entre pinchada y pinchada hacían comentarios:

- Claire, antes se me ha olvidado preguntarte una cosa - dijo mientras la miraba fijamente.

- Dime - dijo Claire esperando que siguiera con el tema de la abuela de Nora.

- ¿Por qué hueles a colonia de chico?

Claire palideció, se quedó blanca como el papel, no sabía qué decir así que soltó lo primero que se la vino a la cabeza:

- Emm, hemos... estado... con un amigo de Nora, y apestaba a colonia, sí - miró a su madre pero apartó la mirada en seguida, sabía que no se lo creería.

- Ya - se limitó a decir, aunque Claire sabía que no estaba pensando eso.

No tardaron mucho en terminar de comer, cuando lo hicieron recogieron la mesa y Claire subió a su habitación. Allí cogió el móvil y vió que tenía una notificación, era un whatsapp de Nora diciendo que la hiciera un adelanto, como siempre (era tan impaciente). La respondió que no, que esperara a la noche.

Chico de bibliotecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora