No me rendiré contigo

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-Enloquecí a los cambios sucesivos de esta era llenos de un gran dolor, así que enloquece conmigo porque tu eres a quien quiero a mi lado por siempre-

Naruto

Cuando llegamos a Ichiraku Ramen solté la mano de Hinata y al voltearme a verla pude notar que estaba toda roja, tal vez tenga fiebre.

Asombroso y yo corriendo, agitándola.

—Gran trabajo Naruto, necesitan mas hombres como tu en el mundo.  —me reprocho mi mente.

—Hola viejo —saludo al entrar en el establecimiento.

—Ohayo —saluda mi acompañante, tan educada y tímida como siempre aunque debo admitir que es parte de su encanto.

—Hola Naruto, veo que traes compañía ¿Acaso tienes a una Hyuga como novia? — iba a responder pero el se me adelanto con otra pregunta solo que esta vez dirigida a Hinata.

—¿Es muy inmaduro verdad? no se preocupe señorita solo se necesita paciencia y un buen sarten —haciéndome pasar pena como siempre, pase lo que pasa el viejo nunca cambia.

—¡Hinata y yo no estamos saliendo y si lo estuviéramos yo la trataría bien ademas ella no me pegaría con un sarten! —reclamé, y justo después me volteé hacia ella y pregunté —¿No me pegarías con una sarten verdad?

—Para nada Naruto-kun —respondió para después soltar una leve risa.

Se veía tan hermosa con ese sonrojo en su cara, su brillo en sus ojos color pela y esa sonrisa tan  encantadora que trataba de tapar con su mano. No pude evitar sonrojarme, demonios.

—¿Que pasa Naruto, sonrojado? —bromea el.

—Me das dos de lo de siempre viejo y deja de ponerme en ridículo —en lo ultimo dicho me le acerque para que solo el lo escuchase.

—Claro claro

—Y dime Hinata ¿Que has hecho? Últimamente no nos hemos visto.

—Pues nada en realidad, lo único que hago es entrenar, parece que los únicos lugares donde estoy siempre son en el campo de entrenamiento y en mi casa —me sonríe y me queda viendo directamente, trago grueso.- ¿Y tú Naruto-Kun?

—Lo mismo, desde la cuarta guerra y de rescatar a Sasuke solo hago eso, traer a ese Dobe a la aldea era mi única meta ahora no tengo otra cosa que hacer por el momento. —me sentía avergonzado conmigo mismo por eso.

—Parece que Naruto-kun aprecia mucho a Uchiha-san —en el momento que ella comenzó a hablar solo miraba a otra parte pero al escucharla la mire y abrí los ojos muy grandes soltando un "¿Que?".

Ella se limitó a reír pero esta vez lo hizo sin ninguna vergüenza, pude ver cómo le salían las lagrimas de la risa, que melodía tan encantadora presenciaba en estos momentos, yo jamás pensé que lograría escuchar esto, parece la risa de un Ángel.

—Y-yo...H-hmm —tartamudeaba, podia sentír como mi cara automáticamente se colocaba muy caliente.

—Oh lo lamento por reírme, es que esa expresión en tu cara era tan linda y tan chistosa en ese momento que no pude soportarlo—mencionaba cuando la risa comenzaba a cesar.