Cuán lejos voy...

capitulo 4

Han pasado varios días desde que Maui visitó la isla, todo transcurría de manera normal entre los habitantes, excepto para cierta morena que suspiraba de manera aburrida mientras ayudaba a una mujeres a tener cestos junto a su madre quién notó ese comportamiento.

-¿Qué sucede, Moana?

Ella estaba tan hundida en sus pensamientos que no se dió cuenta de que le hablaban

-¡Moana!

-¡¿Qué sucede?!- respondió alertada

-Eso es lo que yo te pregunto, haz estado muy distraída últimamente

-Ah...no, no es nada...

-....bueno chicas, nos retiramos, ustedes continúen, iremos a ver a los pescadores...Moana, acompañarme por favor

-rayos- susurró

Después de llegar a un lugar muy apartado de los demás, Sina le volvió a hacer la misma pregunta a lo cual Moana trataba de evadir con cualquier otro tema

-Moana, soy tu madre, sé cuándo mientes, ¿Por qué no quieres hablarme sobre tu problema?

-porque no tengo ninguno mamá

-ah está bien, creí que confiabas en mi- ella la rodeo lentamente para después irse de regreso al pueblo

-Es por...Maui- contesto a sus espaldas, volteo a ver a su hija quién se sentó cabizbaja sobre una roca

-Ya veo, haz intentado hablar con él sobre....esto?

-No, y nunca lo haré, él y yo...aunque quisiéramos no se puede

-tranquila cariño, yo pasé por un dilema parecido al tuyo cuando conocí a tu padre, él tenía a muchas chicas a su disposición y había una en especial que, según yo, le atraía a Tui, ella era una de las más deseadas del motonui, y yo muy tímida, pero el destino nos juntó y aquí estamos

-jejeje lo dices como si fuera muy fácil

-Yo sé que no lo es pero....si el destino lo quiere así, será para ti...solo tienes que dar el primer paso

-gracias mamá, te quiero- abrazo a su madre y ella le correspondió, dejándola sola.

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Maui se encontraba sobre un árbol debatiéndose internamente por las sensaciones que cierta chica provocaba en él, intentaba buscar una  respuesta lógica a esos sentimientos pero entre más tocaba el tema, recordaba lo que habían vivido juntos, las bromas entre ellos, lo mucho que había cambiado en estos años, ya no era una niña ahora era una mujer, su personalidad era la misma y eso le encantaba, sus ojos, sonrisa.

-...maldita sea, no puedo con esto, necesito verla...

Se transformó y salió volando de donde se encontraba. Aterrizó sobre la montaña más alta de motonui, se destransformo y bajo o paso rápido la montaña, su corazón se aceleraba con cada paso que daba cuando llegó a los pies de la montaña observo que todo estaba en completo silencio y que no había ningún alma cerca, era más de media noche.

-En que diablos estaba pensando? Ella de seguro ya estará durmiendo, será mejor que me tranquilice, bueno, ahora que estoy aquí iré por un baño- se dio media vuelta y fue directamente al río algo cabizbajo, cuando llegó a la orilla alzó la vista y se quedó boquiabierto cuando vio que alguien estaba ahí

-...Moana...-

Ella estaba de espaldas pero al escuchar una voz detrás de ella volteó rápidamente y se sorprendió al verlo.

-Aaaaa!!! Fuera de aquí no me mires

Maui volteo su mirada rápidamente sonrojado

-Tranquila!! No vi nada...¿Qué diablos haces aquí, se supone que deberías estar dormida!- dijo aún de espaldas

-Para empezar yo vivo aquí! Y no tenía sueño, ¿Tú qué haces aquí y más a estas altas horas de la noche?

-Eh, yo...no tengo por qué contestar a eso, yo solo estaba volando por aquí....ya sabes...trabajo de semidiós

Moana entrecerro los ojos y decidió acercarse un poco

- Y qué? Piensas quedarte ahí todo el tiempo? Porque si es así, me voy a arrugar como una pasa

-Ja! Por el susto que me haz dado creo que sería una buena venganza

-Maui...

-¿Qué quieres...

Maui no pudo terminar de hablar ya que sintió una mano fría sobre su espalda, él se puso tenso -¿Moana, que estás haciendo?- susurró, ella no contesto, solo se dedicó a acariciar su espalda levemente con sus dedos húmedos

-¿Qué sucede, no estaba retandome hace un momento?

-Detente...no sabes lo que haces

-Tenia ganas de verte...-lo abrazo por la espalda, para su comodidad ella ya estaba envuelta con una manta, el semidiós al sentir la tela sobre su espalda decidió voltear a verla, ella estaba viendo la tierra pero una mano se posó sobre su barbilla obligándola a verlo a los ojos. El suspiro y sonrió levemente

-Yo...

-escuchame...yo sé qué piensas de mí, que sólo soy una niña mortal a tus ojos pero, no es así, eh madurado lo suficiente como para estar segura y satisfecha con las decisiones que he tomado hasta ahora, justo ahora estoy enfrentando a una en la que, por más vueltas que le de al asunto, no puedo escapar y la verdad no estoy segura sobre lo que pasará después de esto, no quiero perderte, me odiaré a mi misma por esto...

-Yo te quiero también- interrumpió él

-¿Qué?...

-¿Eres o te haces niña?

-Esto es serio, no juegues de esa manera con...

Él solo rodó los ojos al escuchar esa queja y lo único que hizo fue tomar el rostro de Moana entre sus manos y la besó, fue un beso tierno y sencillo, al principio ella no daba crédito a lo que estaba pasando así que solo decidió cerrar los ojos y disfrutar de ese momento.