Han pasado tres semanas desde la última vez que hablé con Rosie.
Andrew ha vuelo a estar con ella, por lo que empiezo a creer que de alejó de ella por mi.
No es agradable estar sin ellos, digo, pues en los descansos he estado con Frank algunos días, pero la otras seis horas en las que estoy en clase es incómodo. La primera semana y media estuve sola. Así lo preferí.
Después, un miércoles, Mary y Kate se acercaron y dijeron que querían estar conmigo. No teniendo opción, acepté.
Kate ahora me cae mucho mejor; en cambio Mary... sigo teniendo mis dudas.Una vez intente hablar con Rosie, pero fue en vano. Ni siquiera me respondió el saludo.
No quiero creer que lo que me contó de Frank es verdad, eso sería terrible. Y me sentiría aún peor por desconfiar de ella y haberle dicho todo lo que te dije.
Me encontraba ensimismada en mis pensamientos, cuando Mary llamó mi atención con algo que estaba diciendo.
-¿Qué has dicho Mary?- pregunto con una sonrisa falsa- es que me he distraído y no he puesto atención, disculpa- espero que esto funcione.
Al principio me mira con mala cara, pero responde.
-Que creo que estoy enamorándome, nos hemos visto en el bus que lleva a Nueva York. Y nos hemos besado, es delicioso. Ese chico me trae demasiado loca. Es hermoso, y es rudo, eso le da un aire misterioso que solo me provoca quitarle la ropa- dice todo con un tono demasiado soñador.
Pues al parecer no es tan perra, si puede enamorarse.
Ah, por cierto. Mary no vive en Cold Spring, vive en la vía NY, a unos 20 minutos de la salida del pueblo.
-¿cómo me dijiste que se llama?- pregunto.
-Key, Key Coleman.- dice con una enorme sonrisa.
-Es el primo de Matt- me dice Kate.
Ah por supuesto, ambos son Coleman. Debí saberlo.
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Siguen pasando los días, hoy se cumple el día 32 desde que tuve aquella charla con Rosie. He de admitir que la extraño mucho. Este último mes he estado con Frank, Kate y Mary; pero no se compara en nada con lo primeros meses que viví con Rosie y Andrew.
Al menos ya nos hablamos un poco, y ya no me mira con odio.
Me he enterado de varias cosas, como que Mary jura estar enamoradisima de este chico Key.
Pero por lo que ha contado, el chico es un gran hijo de puta. Le ha dicho perra y la ha tratado mal. Ninguna mujer merece eso.
Dice que es porque es muy guapo y lo sabe. A mí no me parece excusa suficiente.
Kate tiene un novio con el que lleva ya varios años, pero a mi parecer no lo quiere tanto como dice.
Escuchando los cotilleos de ellas se pasa mi mañana.
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Decido ir al baño un rato, nunca uso los de acá, por miedo a salir con clamidia o algo así.
Iba a salir cuando escucho una conversación que llama mi atención; como es costumbre me encierro en el cubículo a escuchar.Me paralizo cuando reconozco aquellas voces. Son Frank y Mary.
-Pero no entiendo, por qué sigues fingiendo estar con ella si te revuelcas conmigo- por su voz, estoy segura de que está haciendo pucheros.
Mis ojos se empiezan a cristalizar, no estaba enamorada, pero debo decir que Frank si me gustaba, y mucho.
-Ya preciosa, puede que la bese y salga, pero nadie me lo hace como tú- es la voz más excitada que he escuchado.
Me dan arcadas.
Salgo del cubículo con un fuerte estruendo, y la imagen es aún peor.
Mary con su falta subida y las piernas abiertas, y sin duda en miembro de Frank dentro de ella. Al momento en que me ven se detienen y se quedan observándome.
Sin pensarlo salgo corriendo.
Mary no vuelve al salón el resto del día. Al final de la jornada todo el mundo sabe qué pasó.
Me fui corriendo a casa.Tal vez Key Coleman no es tan hijo de puta. Solamente le decía la verdad a ella.
Me llevé una sorpresa cuando entré a mi habitación.
Andrew y Rosie ya estaban ahí.
-Oh cariño, solo ven aquí- dijo Rosie tendiéndome sus brazos.
Sin dudarlo fui corriendo y me acuné en los brazos de ambos.
En ese momento decidí que Frank estaría fuera de mi vida por siempre.
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Hola chicaaas! Ya falta poco para que empiece lo que me encanta de esta historia.
Besitos, Mar.
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El diario de Leila
Teen FictionKey es un chico disfrazado de bueno. Leila es la inocencia hecha niña. Cuatro años de diferencia, cuatro años de experiencia. ¿Qué de bueno queda cuando crees que encuentras al amor de tu vida a tus dieciséis años? Se guardan todos los derechos d...