•01•

36.7K 2.7K 982
                                    

Nuevo hogar.

Era la tercera vez en ese día en el que le lanzaban cosas para que se alejara, debía admitir que eso era mil veces mejor que ser rociado con agua.

Después de su tercer intento por fin había logrado robar un pedazo de pescado asado, se alejo lo suficiente de la gente introduciéndose a lo oscuro de un callejón donde empezó a devorarlo gustoso.

Bakugō Katsuki, un chico rubio cenizo -Si se le podía considerar así pues debido a la tierra y a la suciedad su rubio cabello no se notaba-, mitad gato que había sido abandonado desde que tenia memoria, ahora contaba con 14 años de experiencia callejera, no le agradaba para nada la gente pero le agradaba pelear con demás semi-animales por cualquier mínimo detalle.

Una vez termino de "comer" -lo cual no lo lleno demasiado- decidió buscar un sitio donde acurrucarse pues la fría noche se acercaba, no muy lejos encontró un contenedor de basura grande y vacío donde no dudo en entrar y acurrucarse.

Sus párpados comenzaban a pesarle y de no ser por que el contenedor fue abierto y le fue tirado encima lo que parecía ser café se hubiera dormido.

¡Agh! Se quejó una vez fue rociado con aquella amarga bebida, salió de inmediato del contenedor para mirar a su próxima víctima.

— ¡L-Lo siento mucho, no sabía que estabas ahí! Se disculpó un chico peliverde de unos 15 años y pecas en la cara, este se veía realmente sincero en cuanto a su disculpa así que Bakugō lo dejo pasar. Eso y el hecho de que le incomodaba su ropa ahora mojada.

Tsk... — Se dio la vuelta para alejarse, tendría que buscar una nueva camisa, esto hizo que su cola se moviera de lado a lado con brusquedad mostrando su enojo.

¡E-Espera! — Lo detuvo con un grito el mismo chico. — ¡Y-Yo te puedo ayudar, ¿No tienes casa o sí? ¡L-La mía no es muy grande pero hay espacio, es mi culpa que estés así ahora!

Bakugō se dio la vuelta mirando a la persona frente a él, frunció el ceño, ¿de verdad se veía como alguien que necesitara ayuda? Miro al chico detalladamente esperando que continuara, no iba a ir a la casa de un desconocido después de todo.

Me llamo Midoriya Izuku, yo... Eh... Te quiero ayudar... — Fue lo único que continuo diciendo, Bakugō miraba a aquel chico como si de algo raro se tratase, ¡por que lo era! ¿Quién ayudaría a un fenómeno como él?

No habían muchas opciones, sí o no, ¿Podía vivir en una casa de verdad? Con comida de verdad y sabanas calientes... Solo pensarlo se sonrojo, miro al peliverde y asintió decidido aceptando ir con él, este lo recibió con una sonrisa...

Durante el camino a lo que sería su nueva casa, Midoriya le estuvo platicando lo que había ahí, lo que podía comer, lo divertido que sería el tener a alguien nuevo viviendo con él.

Bakugō imaginó su nueva vida comiendo gustoso lo que el quisiera, no le agradaba la idea de ser domesticado, no se la iba a dejar tan fácil a Midoriya y en todo caso si no le gustaba vivir con lujos este tenia la opción de volver a la calle se quisiera.

¡Llegamos! —Mostró una sonrisa, ambos corrieron hasta la entrada, un vez la puerta estuvo abierta Bakugō paso de inmediato, no hubo necesidad de quitarse los zapatos pues carecía de estos. — No es mucho, pero bienvenido a tu nuevo hogar.

¿¡Bromeas!? ¡Esto es jodidamente enorme! — Para el rubio esa "pequeña" casa era toda una mansión, olía a comida casera y era confortable.

Hasta que un olor desagradable inundó sus fosas nasales.

Midoriya, bienve— Al parecer no era el único semi-animal en esa casa, orejas puntiagudas, pelo bicolor y heterocromatico... Bakugō empezó a gruñir mientras el otro mitad animal observo seriamente al peliverde. — Quiero una explicación.

El tener que compartir sus pequeños nuevos lujos era una molestia para Bakugou.

....

Espero les guste esta idea.

Primer fic de esta pareja <3

Agh. Lamento si no es mucho.

Opiniones y consejos son leídos con gusto.

☆☆☆

Edit.
Me piden que actualice algo del 2017, ufff

Primera publicación: 3 de Julio del 2017
Editado: 4 de octubre del 2021

Salvaje. [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora