🌸Six🌸

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Azul turquesa y azul marino.

Era todo lo que su limitada vista podía admirar. Los colores se degradaban hasta llegar a un tono azul más claro, como el cielo, luego, no había absolutamente nada más.

La vista lleno su corazón de una calma desconocida, a la vez que colmaba sus pulmones con aire fresco, que al momento, parecía no necesitar.

Y luego reparo en ello.

Lo que podía oler no era la típica fragancia salada del mar, era mucho más dulce y atrayente, incluso podía decir que olía varonil... como una colonia que se vuelve tu favorita desde la primera puesta.

Los matices de azul presentes y el aroma que había inundado sus fosas nasales le parecían tan conocidos y cercanos a la vez, tan anhelados para el como un oasis en el desierto.

Hasta que algo como una conocida voz llegó y con ello el fin de su letargo.

«Yuuri»


  ☕️  


Abrió los ojos, apenas como pudo y buscando sus gafas entre las sábanas. Hacia tanto tiempo que no descansaba tan bien, y lo agradecía, desde la apertura de su cafetería que no tenía un receso en sus actividades más que sus días libres y aún en estos, no lograba dormir lo suficiente.

No lo recordaba, pero se sentía como si hubiese soñado algo maravilloso.

Se levantó con pesadez, repitiendo la rutina de todos los días para alcanzar el desayuno con su hermana mayor. Lo mejor de que Mari viviese con él era sin duda, y con el perdón de su madre, que sus desayunos eran los mejores. Algún día los extrañaría.

«Algún día, cuando él tuviese que cocinarle a Viktor y viceversa.» Pensó, sumido en lo precioso que luciría su persona especial en un delantal, y solo con el delantal.

Un codazo sorpresivo lo saco de sus pensamientos, Mari le sirvió un plato del típico "omurice" japonés, con la palabra "lento" escrita con cátsup y al lado, una carita feliz hecha con el mismo aderezo.

— ¿Lento? — Pregunto confundió a su hermana mayor, que en ese mismo momento se sentaba en la silla a su lado.

— Si Yuuri. — Comenzó a comer su omurice mientras veía con gracia la cara confundida del menor y antes de que siquiera preguntase la razón, tragó y siguió hablando — Sabes, estuve pensándolo mucho. Ayer salí en una cita, pero como tú estabas con tu flamante príncipe azul, no estuviste aquí para conmemorar el momento.

— ¿Y eso que tiene que ver con que hayas escrito "lento" en mi desayuno?

— ¡No me interrumpas! — Le gritó la fiera mientras hacía un movimiento de una garra hacia Yuuri con el tenedor — A lo que iba, es que estuve pensando que yo jamás te he visto arreglarte guapo para ir con tu galán. Siempre que lo ves en la cafetería llevas el uniforme y cuando te escapas a su casa llevas ropa cualquiera y mismo abrigo aburrido de siempre. ¿Que no tienes citas con él?

— Claro que he salido con él, digo, no en citas, pero hemos ido a...

— No Yuuri, sentarse a charlar en la cafetería no cuenta, tampoco acosarlo en su propia casa y menos propasarte con él estando borracho.

Katsuki Coffee ShopWhere stories live. Discover now