Arcei

capitulo 9

Un estúpido sonido ya me estaba molestando, estaba harta de que las estúpidas interrupciones de que me despierten por la mañana en vacaciones. Voy a pasar, are como que no lo he oído y listo, además estaba muy cómoda.

Me asuste verdaderamente cuando estuche un gruñido a mi lado, empecé a abrir un ojo, luego ambos, hasta que se me aclaro la vista. A mi lado estaba Marck abrazándome por la cintura y yo pegada a su pecho, es ahí donde viene el calorcito. Estaba roncando, pero no fuertemente, sino suave.

"Vamos tío, ábreme la puerta, deja de dormir" oí la voz de mi primo, me tense, que pensaría si nos viera durmiendo así, Marck empezó a moverse gruñendo.

"Ya voy" gritó de mala gana, luego bajo la mirada y me vio, saltó del susto, no podía apartar la mirada, y luego sonreímos ambos. Nos levantamos y me dirigí a la cocina.

"SI quieres hago el desayuno" dije.

"Es un placer, yo voy a abrir a tu primo"

"Ok"

Me dirigí al baño primero y después a la cocina, saque lo que vi, cereales, leche, dos tazones y un par de cucharas. Lo puse en una bandeja que vi y me dirigí al salón, donde se encontraba estos.

"Buenos días" dije mientras bostezaba y sonreía.

"Hola, pero...¿Qué haces tú aquí?" dijo sorprendido "¿Y qué habéis hecho?" preguntó con los ojos en blanco del impacto.

"¿Por?, solo estuvimos viendo películas, comiendo guarrerías, hablando..." dije enumerando. "Nos lo pasamos bien, ¿verdad?" miré a Marck.

"Si"

"No me lo creo" dijo

"¿por qué?" dijimos Marck y yo.

"Creéis que soy tonto, Marck, vas en pantalones solo" dijo mientras le señalaba, y luego se giró a mi "y tu estas con unos boxers de él y una de sus camisas, y para colmo me tardasteis mucho en abrir la puerta"

"Por favor, ya somos mayorcitos, si quisiéramos hacer ´algo´, para que ocultarlo, no seas crío primito" dije mientras servía nuestros desayunos.

Marck me miro y luego se rió "Es verdad, me encantas"

Le sonrió pícaramente "Lo se" y le guiño un ojo. Desde la noche anterior aclaramos algunas dudas, y nos sentimos a gusto juntos. Teníamos bastante cosas en común, me agradaba tener un amigo así.

"Ves aquí pasa algo" dijo mi primo dudando arqueando una ceja.

"Que no tío, no te rayes" dijo Marck mientras comía los cereales.

"Eso eso"dije con la boca llena. Mi primo suspiro derrotado.

Pasamos el día juntos, peleando, gastando bromas, jugando, vimos una peli que otra... Mi primo ya se sentía cansado, así que se marcho ya, me imagino que ayer se lo estuvo pasando demasiado bien con su novia. Así que quedamos solos Marck y yo. No sabía si irme o no.

"Te puedes quedar esta noche si quieres también, no me importa" dijo. En verdad no me apetecía salir, y caminar bajo el calor hasta mi casa así que acepté. Luego se me cruzo una idea por la cabeza, la cual era una tarea en verdad, era llamar a mis padres, espero que no se hallan preocupado, aunque era común en mí.

"Ahora vuelvo, voy a llamar a mis padres" vi que se le ensombreció un poco la vista.

"Es verdad, se me olvido, espero que no estén preocupados."

"No te preocupes, ya me conocen" le guiñe un ojo, parecía preocupado.

"Vale" me sonrió un poco falsamente, algo le pasaba, en parte me rompe el corazón ver a personas que quiero un poco triste.

"Porque no hacemos algo divertido, como hacer crêpes o algo asi" él ensombreció.

"NO, quemaría la cocina o algo así" me reí por su actuación de pánico.

"No te preocupes, estas con migo, no acepto un no" me fui un momento a la entrada a llamar a mi madre.

"Si mama, estoy bien...estoy en casa de Marck...no a él no le molesta....claro...si...NO...nos vemos." cuelgo y veo a Marck recostado en el marco de puerta de la cocina, mientras me miraba. Por muy juntos que estuviéramos a veces, me sentía nerviosa.

"Vamos"

"Claro" al menos me alegra que este mejor. Suspiré.

NARRA MARCK

La veía ahí hablando con su madre. Algo raro me pasa, no puedo apartar mi vista de ella, tiene algo diferente, no sé, refrescante quizá. Me encanta verla vestida con mi ropa, está encantadora, tiene un cuerpo bien formado, aunque tenga mi camiseta ancha, se nota que es delgada, no como las típicas anoréxicas, ni esas que no entrenan, nada de eso, esas en parte me molestan, son agobiantes. Pero ella es...no se...normal. No tiene nada especial, es sociable, un poco rebelde, atrevida y chistosa. Me trata de una manera amigable, aunque solo nos conocemos de hace tres días, y aun así me comprende mejor que Fred o mis amigos.

Me miró, y se sonrojo un poco al ver que la miraba, me encanta eso. "Vamos"

"Claro" responde decidida.

"Oye no te aconsejo que cocine en serió" digo un poco preocupado, lo digo en serió, es mejor que no haga nada, me acuerdo que la ultima vez que cocine, juraba que la comida tenia vida, ¡SE MOVÍA! "No sirvo para esto"

"No seas tan dramático, yo hago la masa, y cuando las hagamos, tu aras algunas y yo otras" sonríe.

"Vale" dije no muy convencido.

Le di todo lo que me pedía, y la observaba, cada movimiento que hacía, como respiraba, la seguridad que tenía...para, te estas pasando Marck.

"¿Pasa algo?" me pregunta ruborizada. "No paras de mirarme"

"Lo siento" me sonroje un poco " Es que se te da bien cocinar"

"Si, es que me encanta, quiero estudiar cocina o algo así" me empezó a contar, veía como le brillaban los ojos de como me contaba su sueño. Reí.

"Lo siento, te estoy aburriendo"

"No es eso, solo que, no se, se te nota decidida, yo te apoyo, seguro que serás buena" le sonreí sinceramente.

"Eso lo dirás después de probarlas"

Sonreí, me explico detalle a detalle, y siempre que me equivocaba me explicaba, era genial, no se cansaba de mis continuos errores, ni me gritaba, normalmente me pongo nervioso cuando me lo dicen gritando, ahora solo me ponía nervioso cuando me rozaba, o se acercaba demasiado al principio, conforme fue pasando el tiempo no, estaba demasiado pendiente en no quemar la cocina.

"Eres muy paciente" murmuré, aunque no me oyó .

Al final acabamos, las pusimos todas en un plato, sacamos chocolate, nata, jamón, queso... y nos sentamos en la mesa de la cocina a comerlas mientras hablamos hasta que terminamos.

"Estaban buenísimas"

"Ves, además no as quemado la cocina"

"Eso as sido porque estas conmigo" dije, ella se ruborizó. "Me encantaría cocinar así"

"Te puedo enseñar si quieres"

"Enserio, genial" la mire a los ojos, y ella a los míos, no podíamos apartar la mirada, hasta que no se porque ....