Suave Brisa

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La protagonista descansaba sobre su cama, su semblante se mostraba molesto mientras lentamente abría los ojos. Sentía su cabeza pesada y sus ojos ardiendo en flamas, ni hablar de las vueltas que le daban en el estómago.

Nunca se vuelve bien de una despedida de soltera.

Se levantó sujetando su cabeza, soltó unos cuantos quejidos, maldijo todo lo que pudo y finalmente intentó ponerse de pie. Sintió un alivio al ver su ropa en su lugar, no había pasado nada con nadie, o al menos eso parecía.

Caminó hacia el baño tambaleandose, se sujetaba de las paredes. Sin mirarse al espejo lavó su rostro con agua fría para intentar despejarse y despertarse, mas cuando subió la mirada todos sus dolores se le olvidaron.

— ¿Pero qué mier...? — su cabello naturalmente castaño ahora se encontraba de un color rojizo oscuro, su sorpresa era realmente enorme, no entendía cómo podía haber tomado tanto como para acabar con el cabello de otro color — ¡Ahora parezco Undyne!

Su teléfono comenzó a sonar, y ella aún en shock decidió seguir el sonido de este para encontrarlo. En la sala observó a nada más y nada menos que Metatton, aquel robot rosado se encontraba desparramado en su sofá durmiendo como si al llegar simplemente acabara ahí. Ignoró completamente el echo de el robot medio muerto y siguió buscando su celular, el cual por extrañas razones de la vida estaba en la heladera.

— Hol-¡ah! — el teléfono estaba frío, lo puso en altavoz — ¿Quién habla?

— ¡_____! ¿¡S-Sabes en dónde está Metatton!? — la chica miró su sofá.

— ...no.

— M-Mierda...¡g-gracias igualmente!

— Espera, ¿por q-— la llamada se cortó.

Suspiró y buscó una pastilla para su dolor de cabeza, no tenía idea de lo que había pasado en la despedida de soltera de Alphys, pero si estaba segura de que ninguna había salido ilesa de ello.

Tomó la pastilla y a paso lento se acercó a el robot, comenzando a sacudirlo.

— Señorita brillos, despierta divaza.

— Mnnnññ...

— Oh mira, una cámara. — con una sonrisa algo malvada sacó su celular dispuesta a tomar una foto de tal escena, la famosa estrella de televisión tirada en su sofá después de una noche de alcohol.

— ¡SIN FOTOS! — por puro instinto levantó su pierna pateando el celular, lanzandolo lejos para golpearse en el suelo y hacerse añicos.

— ¡MI CELULAR MALDITA CALCULADORA HOMOSEXUAL! — desesperada se acercó al teléfono, la pantalla estaba totalmente quebrada y no encendía.

— Lo siento darling, fue instinto. — se levantó del sofá — Además, es un simple celular, es más, te hice un favor, deberías comprarte uno nuevo.

— ¿Crees que trabajando en una cafeteria tengo el dinero para comprar un celular?

— Oh cierto, olvidé que no tienes dinero.

La chica suspiró irritada, no era su día.

(...)

El momento de la boda había llegado, y una _____ de ahora cabello rojo azabache caminaba sintiendo la mirada del mundo entero sobre ella. Llevaba un vestido de corset blanco y falda rosa pastel que llegaba un poco antes que sus rodillas, su cabello atado en un moño con una forma elegante que el robot había logrado, y llevaba un leve maquillaje que sólo resaltaba la belleza que naturalmente ya tenía.

We Don't Talk Anymore //G!Sans X Reader [Lemmon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora