∆וEspecial +18•×∆

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N/A: esto es una de las vidas de la rayita, y una de las tantas maneras en las que se conocieron ;)

Ese día llovía.

Ese día era gris.

El mundo no estaba de su lado, había despertado tarde, por lo tanto había llegado tarde al trabajo, y con tal de que no la despidieran era capaz de atender a todos los clientes juntos. No tuvo descanso para almorzar o para respirar siquiera, el día parecía nunca terminar.

 Cuando las 09:30 PM. al fin se dignaron en aparecer ella sintió que sus cadenas desaparecían, incluso por unas pequeñas horas, pero eso no importaba, importaba comer.

 Salió de la cafetería abrazándose a sí misma intentando no morir de frío, el viento no le ayudaba para nada despeinándola y la llovizna le hacía difícil el poder ver. Pese a todo esto pudo notar a ese ser que la estaba persiguiendo, esperando el momento perfecto para atacarla. No estaba paranóica, había cruzado de cuadra varias veces y ese tipo seguía detrás de ella, hasta que no pudo aguantarlo y comenzó a correr. 

Era una carrera por su vida, tenía miedo, estaba desesperada, tanto que no sentía el dolor en sus piernas ni la falta de aire, sólo corría y corría. Finalmente llegó a una calle más transitada y chocó contra alguien. Sin pensarlo se aferró a esa persona y susurró sin aliento.

- Ayuda...me están siguiendo...

 Estaba tan cansada por la maratón, sumado que no comió nada en todo el día, que lo último que sintió fueron unos brazos aferrándose a ella, haciéndola sentir segura.

(...)

 Despertó sobresaltada levantando la mitad de su cuerpo cual resorte. Se mareó por su brusco movimiento y parpadeó varias veces. Estaba en un sofá de cuero negro, en un apartamento de paredes anaranjadas, celestes y blancas.

- Veo que ya te despertaste - dijo una voz grave, ronca -, ¿te sientes bien, muñeca? - el rostro esquelético que la miraba cálido le pareció tan hermoso, y no solo eso. No pudo evitar recorrer todo su cuerpo con los ojos, como si lo estuviera desvistiendo. Él rió - Creo que definitivamente estás mejor.

 El esqueleto se sentó en un pequeño espacio en el sofá mirando a la chica a los ojos.

- ¿Cuál es tu nombre preciosa? - ella no podía reaccionar, estaba cautivada.

- _-_____... - dijo aún anonadada.

- ______, que nombre más bello - dijo sonriente - , mi nombre es Sans, Gaster Sans.

- G... - respondió ella aún embobada, pero su sueño se acabó cuando recordó que alguien la seguía por la calle - ¿Q-Qué me pasó? ¿Qué hago aquí? ¿Me hiciste algo? - su semblante alucinado cambió a uno casi de horror, él no podía estar divirtiéndose más.

- Chocaste conmigo en la calle y me pediste ayuda porque un tipo te seguía, luego te desmayaste. - explicó con toda calma - Creí que te enamoraste tanto de mí que caíste rendida a mis pies, me abrazaste tan fuerte que pensé que me secuestrarías. - reía suave, se burlaba.

Ella frunció su ceño.

- Ni que estuvieras tan bueno. - a quién engañaba.

- Oh, ¿en serio? - él se acercó lentamente - ¿No te gusto... - tomó su mentón - ...ni siquiera un poquito? - ella tragó saliva.

We Don't Talk Anymore //G!Sans X Reader [Lemmon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora