Encuentro

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Yuri o como el resto de sus compañeros comenzaron a llamarle, Yurio se encontraba muy molesto por la actitud infantil e irrespetuosa que tenían todos con él tras la llegada del nuevo paquete. Cada vez que se lo cruzaba, el rubio lo miraba con desprecio. Para Yurio, ese chico no era más que un objeto dentro del prostíbulo del cual era encargado de mantener en orden. Ahora que ya había pasado tiempo y según los informes de Christoph, ya estaba listo para su debut como "acompañante".

Y estuvo completamente de acuerdo cuando vio su actuación frente al Jefe el día anterior. Ese chico que había llegado con unos kilos había cambiado. Se había convertido en alguien muy grato a la vista, casi sensual: "El cerdo se convirtió en príncipe" pensó irónico.

Esa tarde casi llegando a la hora de apertura al público, Yurio hizo que traigan a Yuuri ante él. El muchacho intimidado por aquel llamado repentino se quedó frente al rubio cabizbajo.

–Hoy será tu gran noche cerdito– Dijo Yurio despectivo. – ¿Cuál es la primer regla?

– Complacer a cualquier cliente que desee mi compañía– dijo de inmediato. Yurio se detuvo frente a él observando su rostro desafiándolo a que haga algo imprudente. Instintivamente su pulgar comenzó a acariciar el labio de Yuuri y este se sorprendió por el suave contacto. Yurio admiraba sus labios con deseo pero sabía que debía detenerse por lo que aparto la vista de inmediato, molesto consigo mismo.

–Bien. Ahora ve a que Sala te arregle un poco el cabello que pareces recién levantado. – hizo un gesto con la mano para que se retira.

– ¡Cerdo!–lo llamo casi en un grito haciendo que Yuuri se detuviera–Cuidado con quien hablas esta noche, te estaré observando.

...

Horas después con las puertas del gran Golden Paradise abiertas al público, todos los acompañantes se dirigieron a sus puestos. Phichit, El barman del bar estaba muy ocupado para desearle suerte a su nuevo amigo Yuuri pero al ver que Chris lo acompañada se quedó tranquilo de que lo guiaría bien para que no cometa errores que le puedan costar caros.

Viktor aun es su oficina, recordaba su encuentro con Yuuri en el baño. Tan solo el recuerdo lo llenaba de éxtasis. Sabía que esa noche iban a presentarlo como nuevo producto, pero él se reusaba a si quiera pensar en otro hombre o mujer acechándose a Yuuri, no después de descubrir lo hábil que era del sexo. Del oral por lo menos.

Ante los repentinos celos hecho un puñetazo a la mesa haciéndola temblar. No permitiría que nadie disfrute de Yuuri, nadie más que él podía hacerlo disfrutar de esa forma. Decidido, salió de la oficina y por primera vez entro al bar. Su mera presencia hacia que todas las miradas de los clientes se dirigieran hacia él tanto por la sorpresa, como por su atractivo. Viktor con la frente en alto y sin prestar atención a nadie, se dirigió a su objetivo, Yuuri.

Sin si quiera mirar a quien estaba intentando seducir a Yuuri, lo tomó del brazo y lo arrastro hacia la salida principal. Todos quedaron boquiabiertos por la extraña conducta del jefe, pero Yurio fue el más sorprendido de todo y podría decirse que una pizca de celos nubló sus ojos.

Fuera del bar, Viktor pidió al ballet que trajera su auto y este actuó rápidamente. Metió a Yuuri dentro del deportivo y salió disparado hacia ningún lado.

Yuuri sabiendo que no podía hablar a menos que le preguntaran algo, solo lo miró mientras conducía tratando de que le diga algo. Los ojos azules de Viktor estaban clavados en la calle estudiando donde ir.

Entonces una idea cruzo su mente. A unos minutos de allí había un gran hotel de cinco estrellas que Viktor conocía muy bien. Aceleró la marcha y se dirigió a su nuevo destino.

Al llegar lo recibieron como a un rey. Los llevaron a la mejor habitación de todo el hotel y ofrecieron sus servicios a la habitación. Luego, estando finalmente solos Viktor se acercó lentamente hacia Yuri, acechándolo.

Levanto su mentón delicadamente para que Yuuri lo mirara a los ojos, algo que deseaba desde que salieron del bar, pero Yuuri evitaba hacerlo.

–Mírame. –Ordenó Viktor y Yuuri obedeció. Sus ojos chocolate brillaban por el cálido contacto de su captor. – A partir de ahora solo serás mío–Los ojos de Yuuri se sobresaltaron por el anuncio–No estarás en el bar, te quedaras en mi casa y no tendrás contacto con nadie más que yo o alguien que yo permita. ¿Entendido?

Yuuri asintió sin apartar la vista de esos ojos azules que lo hipnotizaban. Viktor sonrió ligeramente y comenzó a acercare pegando sus labios. Viktor lo besó con movimientos hábiles y suaves, tratando de despertar el deseo que él le causaba.

Su beso subió de tono y comenzaron a quitarse el exceso de ropa. Cuando solo les quedan los pantalones, Viktor empuja a Yuuri a la cama cayendo de espaldas.

Lentamente su sube encima de él y comienza a besar su cuello, su clavícula y va bajando al mismo tiempo que quita el resto de ropa que le queda a Yuuri.

Pequeños gemidos salen de los tímidos labios de Yuuri ahora completamente desnudo bajo Viktor. Tentado ante la vista, el Jefe comienza a acariciar el miembro llevándolo al límite.

–Date la vuelta. –Ordena con voz ronca por la excitación. Yuuri sin pensarlo dos veces voltea y Viktor recorre toda su espalda con besos y sin avisar mete un dedo por su trasero. Yuuri sorprendido gime muy alto por lo que Viktor con su mano libre le tapa la boca.

–Lámelos Yuuri– ordena nuevamente metiendo un par de dedos en su boca. Yuuri obedece sintiendo como le mete un segundo dedo por otras, gimiendo en respuesta. La respiración de Viktor se vuelve pesada. Saca los dedos de Yuuri y libera a su miembro de la prisión de sus pantalones. Toma a su miembro y comienza a jugar en la entrada de Yuuri excitándolo para que se relaje y no le duela tanto llegado el momento.

Viktor se pega a la espalda de Yuuri y toma el caliente miembro de este y comienza a masturbarlo para distraerlo y entre sus gemidos lo embiste de golpe. Ese gemido soltado por ambos es animal y placentero. Viktor no se mueve hasta que ve como el cuerpo de Yuuri reacciona nuevamente ante su toque.

Pequeñas lágrimas se posaban en los ojos de Yuuri pero deseaba más. Deseaba que Viktor continuara moviéndose y que siga tocándolo. Y respondiendo a su lenguaje corporal Viktor comenzó a aumentar el ritmo sediento de placer. Sus gemidos aumentaron y aumentaron hasta que la liberación culmino con ambos. Viktor salió lentamente de Yuuri, se encontraba agitado y acalorado pero aun así una sonrisa se dibujó en sus labios. 

Para ComplacerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora