Like A Fool

CAPITULO 19

Poco más de dos horas había transcurrido, Dahyun se encontraba sentada con un plato de bocadillos en las piernas, frente a ella, Sana continuaba bailando al ritmo de la música.

-Apura, Dubu, quiero seguir bailando.

-Pero si no has parado. ¿No estas cansada?

-Para nada.

Respondió acercándose a robar el canapé que Dahyun estaba por llevarse a la boca, unos chicos que observaron la escena se emocionaron por la interacción chica con chica.

La menor se sonrojó desviando la mirada al lado contrario de los chicos y de Sana.

-¿Qué ocurre?

-Na...nada. Vamos, hay que bailar.

El ritmo era animado, así que SaiDa bailaba con ese toque extra, sin importarles que sus pasos fueran correctos o exagerados.

Se encontraban saltando, como si fueran la una contra la otra al momento de estar arriba y al caer volvían a su lugar, lo que hizo que el repentino cambio de música, a una más lenta, desconcentrara a Sana y empujara a Dahyun, por suerte la menor logró mantenerse de pie y sostuvo a la mayor.

Hubo un silencio entre ellas, se miraron y por un momento todo a su alrededor desapareció, Sana se inclinó de manera peligrosa hacia los labios de Dahyun, la cual cerró los ojos apretándolos, al igual que los labios.

-Lo siento.

Musitó la mayor al abrazarla y recargarse en su hombro, esto hizo suspirar a la menor.

-¿Por qué?

-Momo cree que robe tu primer beso.

-Oh, eso.

-Debe odiarme en secreto.

-No lo hace.

Esta vez el silencio fue entre ambas, balanceándose suavemente al ritmo de la balada.

-¿Por qué no le dijiste...?

-Cada vez que habla sobre besarme prácticamente no me deja hablar porque recuerda que no pude darle el beso que debía darle por ganar en aquella competencia de baile. "No te preocupes, ya verás que lograré ganarme ese beso", eso es lo que siempre dice.

-¿Lo hará? ¿Ganara ese beso?

-Si... No sé... Supongo.

-¿Por qué dudas tanto?

Se detuvieron y volvieron a mirarse. Dahyun se encogió de hombros y bajó la mirada, pero Sana la tomó de la barbilla para hacerla levantarse.

-Kim Dahyun.

-Kim Sana.

La mayor sonrió, hace tanto que no escuchaba ese apodo, de pronto comenzó a reírse como solo ella podía, tan espontánea y exagerada.

-Ah, desde la secundaria que no escuchaba eso.

-¿Qué ocurre?

Preguntó la menor ante el repentino puchero de la mayor.

-Me dio hambre, mejor si tomemos un descanso y comamos, prometo ya no robar nada de lo tuyo.

-Está bien, vamos.

11:15 de la noche, tan solo faltaban 45 minutos para que las chicas pudieran alejarse de sus parejas asignadas e ir a donde ellas querían con quien querían desde un principio.

-¿Entonces lo harás?

Cuestionó Somi a la más baja.

-No lo sé, quiero hacerlo, pero no me atrevo.