Último primer beso

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¿Qué tan común es una visita el domingo por la mañana?

No creo justo que alguien llegue mientras duermes.

Eran casi las 9:00 am cuando sonó el timbre, nadie atendió y recordé que vivía sola hace tiempo.

A pasos duros, salí de mi cama y bajé sin haberme tomado la molestia de calzarme, vestirme o verme al espejo.

Mi pijama no llegaba más lejos de un short holgado y corto con una polera vieja encima. No era del todo linda, pero sí muy cómoda.

Llamaron por enésima vez y atendí sin ánimos.

En el momento justo que alcé la vista, quise cerrar la puerta y correr, pero no lo hice.

- ¿Qué tal, señorita? - Dijo un chico castaño al otro lado del marco de la puerta - permítame decirle que se ve usted muy bien esta mañana - pronunció con algo de burla rozándole los labios. Reí al recordar mi apariencia.

Liam podía ser muy lindo y amable, pero inoportuno hasta el cansancio, y sabía que todo llevaba intenciones. El ser mi mejor amigo por años le hizo saber que mis hábitos madrugadores eran casi nulos; sobre todo los domingos.

- ¿Qué haces aquí a esta hora? Sabes que no madrugo - Dije haciéndome a un lado para que entrara

- Son pasadas las nueve, no cuenta como madrugar

- Es domingo - Dije entrando a la cocina

- Cierto

- ¿Me dirás qué haces acá despertándome temprano? - Dije mientras me servía un vaso de leche

- ¿A caso tienes idea de qué día es hoy?

- Ya te lo he dicho, domingo, día oficial del "Nunca-me-levantes-antes-de-las-once" - Caminé fuera de la cocina

- Domingo... ¿Qué? - Me siguió

- No lo sé, ¿Quince? - Sorbí la leche

- Diez y seis

- Diez y seis ¿Y?

- Estamos en Mayo

- ¿Qué tiene de especial el diez y seis de Mayo? - Pregunté sentándome en el sofá viendo a Liam pasearse frente a mí para tumbarse a mi lado

- Feliz cumpleaños - Canturreó en mi oído

¿Cumpleaños? ¡Hoy es diez y seis de Mayo! ¡Lo olvidé! ¿Quién olvida su cumpleaños?

Regresé la leche al vaso para no atragantarme.

- ¿Hoy es diez y seis? ¿Me lo juras? - solté el vaso en la mesita de centro

- Te lo acabo de decir

- ¿Cómo pude olvidar mi cumpleaños? - Me tiré en el respaldo con las manos a los costados

Liam sacó una cajita larga azul con un moño plateado y lo sostuvo, parecía nervioso, siempre se preguntaba si a las personas les gustaban sus regalos.

- Toma - Me pasó la cajita, la tomé dudando, era muy linda, le miré a los ojos - , ábrela - Mordió su labio.

Con mucho cuidado halé del listón que sostenía la caja y le saqué la tapita.

Dos collares guirnaldas reposaban sobre un cojín negro. Uno tenía la cadena fina y dos dijes: una llave y una placa redonda que decía: "When the night is coming down on you..." (Cuando la noche esté cayendo sobre ti...).

El otro era un poco más tosco, con su cadena gruesa, un candado pequeño y otra placa redonda, pero con palabras diferentes: "... we will find a way through the dark." (... encontraremos un camino a través de la oscuridad.).

Dreaming myselfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora