Ojos de café y otoños por venir

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Muchas veces encuentras tranquilidad donde menos lo esperas; en calles concurridas o personas calladas.


Inclinada sobre un viejo muelle, anhelando una paz que no encontraría. Pequeñas gotitas de rocío salpicaban mi rostro con cada golpe de viento, por insignificante que fuese, que pudiera mecer el mar. Era fresco, tranquilo y, sobre todo, el tipo de cosas que te hacían sentir como en casa. Sin embargo aquí no es como en casa. Aquí estoy sola, fría y rota. En casa había amor, compañía y el olor a café y canela en las frías mañanas de nuevos otoños. Habían los ojos más bonitos que algún día pudiera conocer: cálidos, reconfortantes y quietos. Estabas tú, con tus abrazos en las noches duras y la esperanza que lograba hacerme creer en la vida, en el silencio, en un mañana, en mí.

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Este microrrelato lo escribí originalmente para participar en el Encuentro Nacional de Arte y Cultura.

Ganó a nivel estatal, mas no en Nacional.

Igual he recibido halagos ante este texto, espero sea de su agrado :)

Denle a la estrellita y comenten <3

Nos leemos pronto. Lo prometo.

Dreaming myselfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora