Capítulo 12

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Cuando bajo las escaleras todos ya están poniendo la mesa. Mamá me sonríe con suavidad y yo le devuelvo la sonrisa. Ella está revolviendo la ensalada. Estoy sentándome cuando se escucha el timbre.

—Oh, ese debe de ser el pollo que encargué, ¿puedes atender Faith? El dinero está en el aparador—pide, asiento y voy hacia el aparador. Luego me dirijo a la puerta y la abro pero me quedo congelada.

—¿Faith?—pregunta el chico que está afuera con una bolsa en mano.

—¿Bash?—pregunto yo también.

—Que coincidencia—dice con una sonrisa.

—Si—susurro— oh, ¿tú eres el del pollo?—pregunto sarcásticamente.

—Eso parece—ríe— los fines de semana mi tío siempre hace para vender y yo lo ayudo con las entregas a domicilio—explica señalando una moto aparcada en la calle.

—Muy bien—digo y le entrego el dinero mientras él me entrega la bolsa, espero unos segundos y él me da el vuelto— nos vemos—me despido.

—Espera—me dice.

—¿Si?—pregunto confundida.

—Tu amiga del sábado pasado me dio un número falso—dice y yo río. Me había olvidado de eso.

—Eso me dijo—digo.

—Entonces... ¿hay alguna posibilidad de que obtenga el verdadero?—pregunta metiéndose las manos en los bolsillos de su jean— sé dónde vives—dice moviendo las cejas y vuelvo a reír.

—Ok—acepto y le digo que anote. A medio número aparece Axel.

—¿Por qué tardas tanto Keid? Tengo hambre—dice quejándose y luego para al ver a Bash— hola—saluda.

—Toma—le paso la bolsa— vayan comenzando que ya voy—digo. Él me da una mirada sugestiva y yo le golpeo un hombro jugando. Luego de que se va termino de pasarle mi número a Bash y voy al comedor. Me siento al lado de Axel.

—¿Yyyyy?—pregunta mirándome.

—¿Y qué?—contra pregunto.

—¿Nuevo novio?—levanta las cejas dos veces.

—¡No!—niego y choco mi hombro con el de él.

—¿De qué está hablando Axel?—pregunta mamá confundida mientras Adam solo nos ignora.

—De nada/Faith coqueteaba con el chico del pollo—decimos al mismo tiempo.

—Faith—llama mamá lentamente con una sonrisa.

—No le creas a Axel—digo con un mohín mientras corto un pedazo de pollo.

—Pero te escuché dándole tu número—replica Axel y yo lo piso por debajo de la mesa— ¡Auch!—dice y yo río. A mamá se le escapa una risita que intenta disimular.

...

Luego de comer decido regresar al cuarto para seguir investigando sobre mí. Me siento en la cama y abro el cajón de la mesita de luz, pero no hay nada más que algunos cuadernos y hojas de la escuela y uno que otro esmalte. Estoy revisando una de mis carpetas de segundo año cuando la puerta del cuarto se abre. Es mamá.

—¿Cómo está todo aquí?—pregunta sentándose a mi lado en la cama.

—Va todo bien—digo con una sonrisa.

—Eso es bueno—dice mientras ve como paso hoja tras hoja— ¿quieres que hagamos algo juntas?—pregunta dubitativa y ya caigo en lo que pasa.

—Mamá—digo y me callo— sé que quieres pasar tiempo conmigo—admito— pero necesito esto—señalo a la carpeta como para dar un punto— necesito entender y saber quién soy por mí, no por alguien más.

Voces en mi cabeza. #CameliaAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora