- No te preocupes. La historia tiene un final feliz. No todo es malo.
Chris esbozó una sonrisa y notó que se le ruborizaban las mejillas. Las pocas veces que había estado con Tarik siempre se comportaba como una quinceañera. No quería decir nada, tan sólo restaban en silencio, sin decir ninguna palabra. Tenía miedo que si preguntaba algo o hacia algún comentario la magia que se había establecido entre ellos se rompiera y él dejara de contarle cosas acerca de su pasado. Tarik se separó de ella mientras la sostenía de los brazos. Él por su parte tenía miedo de que si le contaba algo más ella saldría despavorida.
- Me alegro - Chris sopesó sus palabras. No sabía si decir eso era la mejor opción. Realmente se sentía fuera de lugar.
- Verás. Paso casi un año sin que supiera de Gwen desde el momento en que esa misteriosa amiga de la familia entrase en sus vidas. Una noche yo estaba con mi hermano en el jardín. Estábamos los dos sin hacer absolutamente nada. Sólo dejábamos que pasara el tiempo. Estuvimos hablando de tonterías y de cosas sin sentido. Hubo un momento en que me sinceré y desnudé mi alma con mi hermano de la misma forma que estoy haciendo contigo. Desde el momento en que conocí a Gwen le alejé de mi vida cuando para mí su apoyo siempre ha sido indispensable y su consejo muy valioso. Jem me estuvo escuchando sin decir nada, dejándome hablar. De hecho, la situación era bastante parecida a la de estos momentos. Cuando hube terminado de contárselo todo se limitó a decirme a que fuese a por ella y que no dejara que ningún obstáculo me lo impidiera. Le expuse que ella me había echado de su vida, le dije que yo no había hablado con el debido respeto. Él simplemente me contesto que, en realidad, ella estaba pidiendo ayuda a gritos. Sin decirme ni una palabra más se retiró. Se levantó del suelo y me dejó a solas.
>>Fue entonces cuando la vi llegar corriendo. Estaba completamente sin aliento. Las ropas que llevaba estaban ajadas y llenas de manchas de sangre.
- ¿Qué ha pasado?
- Tengo miedo. No puedo volver. No quiero volver.
- Gwen, tranquila. Estás a salvo. - Tarik la rodeó con fuerza con sus brazos y pudo ver que estaba temblando de miedo.
- No, no es verdad. Ella va a encontrarme, lo sé.
- ¿Quién? ¿De quién tienes tanto miedo?
- De Tanya.
- Ella es... - empezó a decir Tarik.
- ... la que se adueñó de todo poco después de que mi padre muriera. Todo empezó bien Tarik. Parecía que iba a ir todo bien y que nos iba a proteger. Pero al poco de instalarse las cosas empezaron a torcerse. Para empezar, retiro cualquier fotografía o imagen de mi padre bajo el pretexto de que debíamos seguir adelante, que esa casa no ayudaba y que parecía más un mausoleo que una casa. Después nos separó a mi madre y a mÍ. En un principio me pareció la mar de extraño pero no le di la menor importancia. Mi madre siempre fue muy atenta y cariñosa conmigo aunque a raíz de la muerte de mi padre se volvió más fría y distante. Siempre estaba encerrada en su cuarto y nunca salía de él. Estuve bastante tiempo casi viviendo sola en esa casa. Cuando llegó Tanya todo fue a peor. Se aisló con mi madre y a mi no me hacían ningún caso. No es que tuviera celos ni mucho menos, más bien todo lo contrario, estaba preocupada. Mi madre empezó a cambiar en todos los aspectos. Empezó a cambiar en su forma de vestir, después actuaba diferente. Yo intentaba acercarme a ella y hacer que todo volviera a ser como antes pero Tanya me alejaba de ella e incluso llegó a castigarme.
- Gwen, ¿por qué has tardado tanto en pedir ayuda?
- No lo sé. He despertado ahora. Hasta el momento era como si no fuera consciente de todo lo que giraba a mi alrededor. Era como si estuviera hechizada.
- Me preocupas Gwen. Verás, la gente habla y se extendieron ciertos rumores acerca de esa mujer y de las prácticas que realiza.
- ¿Qué tipo de rumores?
- Se dice que esta más cerca de las luces que de las sombras. Hay incluso gente que asegura que hizo alguna clase de pacto.
- No iban del todo desencaminados esos rumores, ¿sabes?
- ¿A qué te refieres? ¿Acaso viste o oíste algo?
- No lo sé. No recuerdo muy bien todo. Tengo como espacios en blanco en los que no sé lo que pasó dentro de esa casa, aunque si que recuerdo ciertas cosas.
- ¿Cómo que cosas?
- Bueno, para empezar, se adueñó de una ala entera de la casa y nos dejó bien claro de que no podíamos acceder. Mi madre cada vez estaba más recluida y se parecía menos a la mujer que yo conocí hasta el momento. He intentado aguantar todo lo posible durante meses y quiero pensar que ha sido por ella, por no dejarla sola. Pero ya no puedo más. Lo que vi esta noche me ha superado por completo - en ese mismo Instante Gwen rompió a llorar, le flaquearon las piernas y quedó sentada sobre sus rodillas ante los pies de Tarik.
- ¿Qué ha pasado?
- Me ha traicionado dejándome sola por ella.
- ¿Cómo?
- Ella la ha matado. Me han dicho que me esperara en mi cuarto tratándome como si fuese una niña pequeña. Llevaba meses recluida en mi cuarto y no lo soportaba más, quería recuperar a mi madre a cualquier precio. Me he negado en rotundo a quedarme en mi cuarto y esa odiosa mujer me ha dicho que fuera consecuente con la elección de mis decisiones. He entrado en la habitación de Tanya y me he quedado a un lado. La habitación estaba completamente a oscuras con la simple iluminación de unas velas. Ella llevaba una simple túnica blanca y su larga melena oscura recogida en un tocado. Mi madre estaba tumbada en el suelo completamente desnuda y su cuerpo estaba lleno de marcas. Era como si la hubiesen arañado pero en toda la casa, ni tan siquiera en la habitación había un solo animal. Simplemente ha hecho algo antes de dejarme, me ha indicado con la mano que me acercase a donde estaba ella. Cogiéndome la mano me ha dicho que no dijera nada y que no cerrara los ojos en ningún momento.
>> Tanya se ha arrodillado ante ella y le ha untado una ungüento por todo el cuerpo. No desprendía un olor agradable, más bien olía como a carne putrefacta. Mi madre se limitó a cerrar los ojos sabiendo perfectamente lo que iba a pasar a continuación. Yo permanecí expectante sin poder moverme del suelo. Era como si tuviera los pies pegados o de repente se hubiesen transformado en hormigón. Tanya se sacó un puñal de entre los pliegues del vestido y empezó a pronunciar unas palabras en un idioma extraño. A medida que iba subiendo el tono de voz la sala iba quedándose más oscura. Una sombre se posicionó a los pies de mi madre para acabar tumbado y desapareciendo dentro de ella. Cuando Tanya terminó de pronunciar las palabras levantó el cuchillo en alto. Le vi entonces las intenciones y un grito salió de mi boca pidiéndole que parase.
- No lo entiendes, pequeña - le dijo Tanya girándose hacia ella y mirándola fijamente a los ojos. - Ella se ha ofrecido y es el precio a pagar. La casa perdió una vida que ha de estar, a cambio hay que entregar una vida innecesaria.
- Toma la mía - Gwen no fue consciente de lo que dijo hasta que terminó de formular la frase.
Tarik la miraba fijamente. Gwen se había quedado completamente en silencio con la vista clavada en el suelo. Él supo que por aquella noche ya no iba a decir nada más.
- Ven, te buscaré una habitación para que puedas descansar.
Tarik rodeó a Gwen con sus brazos y la acompañó hasta el interior de la mansión. En ningún momento prestó atención a la figura que los observaba desde la lejanía y que con un resplandor amarillo se perdía en la noche mientras el pensamiento de que debía cobrarse su precio no abandonaba sus pensamientos.
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Los siervos de Anubis I. Tarik
RomansaTarik nunca se ha cuestionado nada. Ha acatado las ordenes de su dueña sin poner objeciones. Todo esto cambiará en el momento en que conozca a Chris. ¿Es posible que una simple persona pueda cambiar toda su existencia?