Alejaos.

157 14 2
                                    

Recoloco la mochila que cuelga de mi hombro derecho y doy media vuelta aun con la sonrisa arogante dibujada en mi cara.

Empiezo a andar sin vacilar con la cabeza alta, hacia el enorme edificio rojo que se levanta delante de mis ojos.

De lejos aún puedo oír las burlas de los 'supuestos malotes' de este instituto.Riéndose por el comentario de mi mamá.Dicen cosas como "Tú mamá no está aqui ahora niña" y también "Ooh mirarla, es una niña de mamá".

Bah.Nisiquiera me afecta.

He dicho 'SUPUESTOS malotes', porque de malotes no tienen nada.Ni siquiera han tenido las hagayas de venir a por mi en cuánto me he dado la vuelta.

Giro mi cabeza lo suficiente para comprovar que siguen con la vista puesta en mi y les levanto el dedo corazón con una sonrisa irónica.

Y ellos allí siguen.Con cara de estar ofendidos y molestos pero sin atreverse a dar un solo paso.

Duh.Esto va a ser más fácil y aburrido de lo que esperaba.

Sigo andando hasta llegar a las puertas de la cárcel.Perdón, del colegio.

Me dispongo a abrirlas cuando siento como un cuerpo me empuja por detrás haciendo que me caiga al suelo.Mi hombro izquierdo recibe el mayor impacto.

Me levanto rápidamente haciendo caso omiso al dolor y busco al culpable de mi caída.No me cuesta mucho, ya que, enseguida diviso a dos chicos corriendo y dando botes por el el pasillo,riendose y lanzándose un dico negro de hockey.

Y nisiquiera habian visto mi caída.

-¡EH!-Grito mientras me acerco a grandes zancadas hacia ellos.

Pero siguen sin notar mi presencia.Se pasan el disco por el aire, atrapándolo con un saltito gracioso.

Cuando noto que es el turno de uno para atraparlo , me pongo en medio haciendo que el disco caiga en mis manos.

Los dos chicos me miran con confusion.

Yo me dedico a levantar las dos cejas con gesto interrogativo.

Se miran entre ellos y luego su mirada vuelve a caer sobre mi.

Y al ver mi cara poco amistosa los dos se tensan.

-¿Nos devuelves el disco?-Dice uno de los dos rascándose la nuca con nerviosismo.

Es alto,moreno y con los ojos de color caramelo.Lleva unos vaqueros azul oscuro ajustados a sus piernas,y una camiseta de algun equipo deportivo que es desconocido para mi.

-Me habeis tirado al suelo.-Digo intentando no parecer una quejica.-Y ni siquiera os habeis dado cuenta.

Los chicos se vuelven a mirar y luego dirigen su mirada hacia mi.

El moreno se dispone a hablar primero.

-Em..nosotros no...-Pero no termina la frase,ya que,un chico le agarra por la camiseta y lo lanza al suelo riendo.

Au.Eso tiene que doler.

El moreno se levanta del suelo entre carcajadas y muecas de dolor.

El rubio,por su parte,también enpieza a reír y ataca al tercer chico.

Esto es irónico.Se encuentran los tres en el suelo dandose golpes y riendo como niños pequeños.

-¡Eh!-Digo intentando captar su atención de nuevo.

Pero de repente yo no tengo que gritar más.Entra caminando por el largo pasillo un chico alto,de constitución delgada y musculosa.Lleva una camiseta blanca debajo se una chaqueta de cuero negro,y unos pantalones grises que se ajustan maravillosamente a sus musculosas piernas.

Me fijo en su pelo castaño claro que esta escondido por un gorro de lana de color gris que lleva colgando de la parte de atrás de su cabeza.

Como si Dios hubiera escuchado mis súplicas,el chico pega unos gritos para que se dejen de pelear.

-¡Brad,Parker,Evans!-Dice mientras se acerca más a ellos-¡Dejad de daros golpes como idiotas!

Cuando lo tengo cerca,me permito observar su cara con mayor detenimiento y me fijo en sus ojos.

No me ha quedado muy claro si esos son sus nombres o si son sus apellidos,per me niego a preguntar.

Los tres se levantan aún riendo y miran al cuarto chico con una sonrisa.

-¿Que pasa Hemmings?¿Ya vienes a meternos bronca?-Dice el rubio sin borrar la sonrisa.

El moreno se acerca al chico y hacen un choque de puños amistoso.

-¿No veis que la señorita os está hablando?-Dice con un tono burlón.

Tardo un poco en darme cuenta de que se refiere a mi,

Rápidamente adoptó una postura seria ,para que de una vez por todas,me tomen en serio.

-Gracias-digo con un tono sarcástico al último chico que ha llegado.-Como iba diciendo antes-Digo acercandome a ellos lentamente-Me habeis hecho caer al suelo por culpa de este estúpido platito.-Digo levantando el disco de hóckey.

-En realidad se llama disco..-dice el rubio con la cabeza baja.

-Sé perfectamente como se llama.-Digo con un tono neutro.-A lo que voy es..Cuando alguien cae,se suele tener la consideración de ayudar a que se levante,y aún más,si ha caídp por culpa propia.

-No te veías muy indefensa que digamos..-Habla el rubio de nuevo-Te has levantado muy rápido y nisiquiera parece que te haya dolido.-Dice encogiendose de hombros.

-¿Nos das el disco ya?-Dice el moreno.

El recién llegado se acerca a ellos dos y les da una colleja en la parte de atrás de la cabeza a cada uno.

Los dos afectados sueltan quejidos.

-Chicos..¿y vuestros modales?-Dice con un poco de sarcásmo.

-Oh..si..-dice el rubio-Perdonenos vuestra majestad,no quisimos hacer que su delicado cuerpo rozara las imperfecciones de este asqueroso y mugriento suelo.

Esa declaración hace que todos,incluido el recién llegado,suelten carcajadas limpias y se retuerzan sin poder parar de reír.

En ese momento suena el timbre y la gente empieza a correr hacia sus clases para no llegar tarde.

Me acerco al último chico,al recien llegado,y le estampo el disco negro en el pecho.

-Esto no va a quedar así.-Digo de forma amenazante para después dar media vuelta y buscar mi clase.

A lo lejos puedo oír los susurros de esos chicos.

"Ostia tio,que miedo"

"¿Esa chica es nueva?"

"Pues no esta tan mal"

Y por último,el comentario del recien llegado: "Callaros,dejad de decir estupideces,esta chica no sabe nada,alejaos de ella,solo traerá problemas,y ya tenemos suficientes".

Destino. -Luke Hemmings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora