Todo ha cambiado [Terminada]

Capitulo 36:

~•~

Me desperté con Tomi a mi lado y al otro Ethan.

Espera.

¿QUE?

Los mire asustada y me levante de sopetón.

— ¿Que pasa? — pregunto Ethan con voz ronca.

Amaba esa voz.

Tierra llamando a Caro.

¿Ah? Si.

— ¿Q-que haces aqui? — tartamudeo.

— Tomi dijo que quería dormir contigo, así que no te iba a dejar con el — dijo — Dejame dormir ya pesada.

— ¿A quien le dices pesada, aborto de mono? — le digo ofendida.

El ríe y vuelve a dormir.

Bajo para desayunar y me encuentro a mamá preparando el desayuno.

— Hola madre — ella sonríe — Huele muy bien — y olfateo como un perro.

— Los únicos que faltan de levantar son Ethan y Tomi — me dice — Ve a levantarlos.

Me besa la cabeza.

Sonrío maliciosa.

La primera vez que lo hice me enoje con el por gritarme. Pero esta vez no dejare que lo haga.

Cojo un vaso y pongo agua fría en el.

— Oh no querida, no lo hagas — mi madre sabia que no era buena idea ir despertando a la gente así.

Le sonreí y me fui de allí.

Verifique que Ethan estuviera durmiendo y le derrame el vaso.

El se sobresalto quedando sentado y aqui iba a gritar.

— ¡EL AGUA ESTA...! — lo interrumpí poniéndole mi mano en su boca.

— Atrévete a gritarme como la otra vez y te quedaras sin boca — lo mire desafiante. El suspira y se va al baño.

Sonreí triunfadora.

— Bebé, ven despierta. El desayuno esta servido — le digo a Tomi levantándose poco a poco.

Sonrió y me abrazo.

Y salio corriendo a la cocina.

— ¿Porque a el lo levantas con cariño y a mi no? — se quejó Ethan.

— Porque me da la gana — respondí sencilla.

— Amargada — dijo.

Lo mire y me acerque​.

— ¿A quien le dices amargada? — le digo asustándolo.

Juro que el estaba temblando.

Lo cogí de la muñeca y puse su brazo por detrás de su espalda.

— A na-nadie — lo solté y corrió escalera abajo.

Sonreí.

Baje como la buena niña inocente que soy.

— Su hija da miedo, Estela — oí decir a Ethan.

— ¿Quien da miedo? — pregunte y el me miro asustado.

— Na-nadie — tartamudea.

Solté una risa y me dispuse a poner los platos.

— No sabia que eras tan cobarde Eth — lo nombre como cuando eramos novios.

El sonrió. Y vi un brillo especial en esos ojos que tanto me encantaban.

Le sonreí y me senté enfrente de el.

El desayuno estuvo bastante tranquilo.

Después fuimos un rato al parque y se despidieron de nosotros prometiendo que volverían.

Tomi se había ido triste pero le dije que pronto nos volveríamos a ver y se fue sin hacer reproche.

Ese niño se gano mi corazón al instante.

Ahora me dirijo a mi habitación para bañarme y dormir aunque sea una pequeña siesta.