Capitulo 1

8 1 0
                                    

CAPITULO UNO

Sigo observando a través del reflejo de la luna la tan afable vista que obtengo de la cama que yace frente de mí, y como no, del bonito galán español ¿o era griego? Que ocupa el lecho del cuarto de hotel.

Una noche agitada sin duda, pero a quien engaño esto se está volviendo monótono, me encantaría volver al bar de donde saque tremendo rubiales para cambiarlo por el moreno. Lo acepto, debí quedarme con el moreno.

Dejo mis cavilaciones porque el cuerpo del galán se remueve al encontrar el lado donde se supone que después de una tanda muy buena de sexo, debía de estar para subir el ego de la figura masculina, pero esto es más divertido. Sonrió de manera ladeada mientras sigo en la comodidad del sillón que ocupe hace aproximadamente 30 minutos esperando este momento. Me encuentro totalmente desnuda, me siento cómoda con mi cuerpo. Siento como la mirada del hombre frente a mí me aborda

-¿Debería asustarme por cómo me miras diosa? Suelta el joven de manera ronca por recién despertarse, muy sexy en realidad

-Eso depende como concibas el miedo mi querido rubiales -me pongo de pie para poder acercarme a la cama o más bien a su rostro

-Puede que me estés calentándome a propósito mi querida diosa de ojos encantadores -continua mientras ladea la cabeza para poder acercarse a mi rostro que segundos antes había puesto a su altura-me tienes en vilo por tus movimientos tan certeros como condenada cobra que encanta a quien la observa, pero tan peligrosa a la vez.

-Puedo darte la razón-respondo cerca de sus labios -Una cobra que acecha su presa -continuo mientras bajo por su cuello -Esperando en momento perfecto para poder atacar-sigo mientras me paro expresamente en su cuello-Porque esta cobra es una reina y todo lo que hace lo termina de manera majestuosa-prosigo mientras pongo distancia entre el apuesto caballero que me mira desconcertado con la mirada llena de lujuria después de tan excitante juego

-¿Qué haces? -cuestiona el mientras ve como me visto bajo su atenta mirada.

-pues irme, no creíste que esto era para siempre ¡ay mi querido rubiales! Esto me causa mucha gracia, esto solo fue sexo, me atrevo a decir que del bueno -continuo mientras me termino de poner mi fiel blazer-espero no te frustres después de esto. No nos volveremos a ver, o eso espero ¡poka nikogda! Mi querido soñador -digo mientras abro la puerta para tomar rumbo a mi casa que debí de haber estado hace unas horas atrás.

La carretera principal de Rusia estaba despejada para ser las 3:00 AM de la madrugada, iba conduciendo mientras observaba cada edificio mientras recordaba cuando solo pensé hacerme la dueña y señora del mundo, y como no, claro que lo logre. Lo que no consigo por las buenas, a las malas lo hago. Ciertamente puede que me culpen de ciertas cosas -sigo mis cavilaciones mientras giro en dirección a la residencia que hace unos meses me regale -pero que hago, en realidad tienden a subestimarme y como olvidar sus expresiones al saber que sus vidas dependen de mi -tengo que dejar estos pensamientos- me repito una y otra vez. Pero es que es divertido.

Arribo y las rejas se abren de manera automática al reconocer el auto, sigo el camino hasta llegar a la cochera, una casa de tres pisos, de color gris y detalles rojos. Siempre he sido un tanto excéntrica a la hora de llamar la atención, era esto o el negro completo, y mira que la pintaría así.

Me encamino hacia el interior y me reciben las luces que cada vez que entro en cada estación se encienden por sensores.

-buena hora de llegada -espeta Moon. Mi primer invento cuando termine la carrera de ingeniería robótica artificial. No me quejo es una inteligencia artificial, mejor que cualquier asistente pero, me exaspera en ocasiones.

-para que tener padres si te tengo mi adorada Moon -avanzo mientras subo las escaleras de la estancia hacia el tercer nivel donde se encuentra mi dormitorio, laboratorio y gimnasio personal. Me desvisto mientras voy ascendiendo

-hay veces que agradezco la inteligencia superior que tengo, esto me hace sentir pena hacia las personas con quien juegas -continua mientas me da acceso al tercer nivel el cual tiene un sistema de seguridad para que nadie acceda, al menos que se le dé un permiso especial en esta parte hago magia siempre y cuando me lo proponga.

-si supieras que en este momento de la historia donde nos encontramos mi ingenua Moon, todo es válido. Si me quiero follar a alguien, lo hago. Si quiero ser lesbiana lo hare, si quiero un puto extraterrestre, lo tendré mi inefable Moon. Los tiempos cambian, o bueno -digo mientras entro al aposento decorado en colores morados, grises y negros -si quiero el mundo. lo obtengo.

-puede que sí, puede que no. Siempre me he preguntado ¿Cómo lo haces? Tus tendencias narcisistas no son sanas -me dice y me causa gracia tanta que termino riéndome de manera abierta.

-no es la primera vez que me lo dices mi querida Moon, pierdes facultades -digo y me dirijo al baño, que siempre he mantenido como el segundo lugar favorito de esta casa, a diferencia del resto de la decoración este está en tonos blancos y dorados. Una bañera en el centro, una ducha en la parte izquierda y la parte derecha la ocupa el lavado. Me sumerjo debajo de la ducha, ya es demasiado tarde y necesitaba dormir mínimo una hora.

Cierro los ojos mientras me tomo el tiempo necesario en cada parte del cuerpo. Termino y me termino de secar con la toalla que había cogido y me acuesto para poder recuperar las fuerzas necesarias. Eso y que la belleza no se hace sola

MIEDO Y PODER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora