Capitulo 2

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CAPITULO DOS

Hasta cuando tendré que estar rogando a estas alturas de mi vida, tres putos meses ¡es que no sabe lo beneficioso que sería este negocio para ambos! No me atrevo a si quiera a pensar que una cría este al mando de tan loable y magnifica empresa y mucho menos que sea la creadora. Algo hice que el karma, tal cual fiera acechando para dar el golpe tan certero.

-¿Aun pensando porque la vida es una hija de puta contigo, o solo es la revisión de costumbre? -entra Benjamín, mano derecha y segundo al mando de Empresas Hamilton INC. Un apoyo excelente cuando se requiere, un capullo cuando no. -Oye, no sabía que te iba el acoso -continua cuando se percata de la fotografía que sostengo analizando esta belleza y actual dolor de cabeza.

-Aun no cabrón, pero, puedo afirmar que esta diosa podría embrujar cual hechicera a cualquiera, admito que es una preciosidad, pero me tiene hasta los huevos con su dejadez y desinterés para con nuestra empresa -Admito mientras tomo el trago que se encargó de preparar Benjamín antes de tomar asiento.

-¿Que harás entonces? Porque el problema aquí, es que necesitamos esa alianza lo más rápido posible, o no importa si es rápida o no. Que dicha fusión sea con nosotros y no con la competencia, porque si no, estamos jodidos Hamilton. Malditamente jodidos. Somos los números uno, pero no siempre estaremos arriba. -asiento dándole la razón, pero ¡ni que nos fuera a caer del cielo su puta respuesta!

Escucho como el timbre del teléfono suena, dejando en pausa la conversación que tenía con el cabrón este.

-Señor Hamilton, la asistente de la señorita Miloslavzki está en la línea uno ¿se la paso? -miro a Benjamín y este tiene la misma expresión mía, salgo del shock momentáneo.

-Claro señorita Mendoza, pásela y no me refiera a mas nadie hasta que la llamada termine -prosigo mientras me acomodo en el escritorio, usualmente estas llamadas son una conferencia momentánea, o eso espero. Aguardo hasta que la imagen de una rubia, con facciones suaves y ojos azules aparece en la pantalla.

-¡Khoroshiy den! Señor Hamilton -dice la joven del otro lado de la pantalla -Seguro es una sorpresa esta llamada dado el horario y sobre todo la espera a la cual hemos mantenido su petición -asiento mientras escucho el acento un poco marcado a la hora de hablar mi idioma y dejar el ruso de lado.

-No se lo niego señorita Volkov, me sorprendió un poco, mas no dejaba de esperar esta llamada -me acomodo para dar un aire de seguridad al tono que llevaba, por más necesitados que estemos, tampoco es para tanto.

-Bueno, dejando al lado las conversaciones de mas, le informo que la Señorita Miloslavzki accedió a su visita y posterior reunión, si pueden salir en este momento sería lo ideal, para que cuando lleguen puedan descansar y de inmediato dada la hora hacer el recorrido y empezar con la reunión. Abría un jet esperándolos dentro de tres horas en el aeropuerto internacional de New York de la empresa y luego en Moscú se le dará el transporte necesario, al igual que el alojamiento. ¿Alguna pregunta al respecto? -termina la joven rusa mientras nos mira a Benjamín y a mí de manera detenida y sin ninguna expresión en el rostro. Observo a Benjamín y este asiente de manera afirmativa, dando la respuesta final para esa reunión.

-Bien, nos veremos dentro de unas horas señorita Volkov, creo que se han tomado demasiadas molestias bien podíamos conseguir donde alojarnos -acomodo el saco de modo que sea solo una muestra de desinterés -pero, agradecemos de manera especial las atenciones. Estaremos dentro del horario establecido en el aeropuerto.

-Es todo, cualquier pregunta le deje mi número privado. Solo un consejo, sea lo más puntual posible una vez este delante de la Señorita Miloslavzki, eso le asegura éxito. Hasta pronto -es lo último que escucho antes de ver la pantalla totalmente negra.

-Eso fue una advertencia creo -comenta Benjamín mientras se pone de pie. -en dos horas en el aeropuerto Hamilton, puntualidad ante todo.

-Sí, supongo que fue una advertencia. Dos horas Benjamín no más, que pareces mujer. Empaca lo suficiente como para una semana. No sabemos a lo que nos enfrentamos con tan enigmática mujer.

Asiente y se retira de la oficina, simplemente interesante. Tomo el trago que anteriormente había traído Benjamín y observo a través de la gran pared de vidrio que tiene de fondo mi oficina. Sin saber que este viaje no solo cambiaria mi empresa sino, toda mi vida.

Hora y media después, varias llamadas de por medio me encuentro camino al aeropuerto, cancelar las reuniones no fue difícil, hablar con Meredith fue otra cosa. Esta mujer es mi cogida ocasional, pero se cree con derecho a algo conmigo, cuando vuelva es una de las cosas que tengo que arreglar, eso y ver como expando hacia Asia, si tenemos a Rusia, tendremos el mercado Asiático en nuestras manos. 20 minutos después me encuentro en el aeropuerto, Chris, mi chofer me indica que hemos llegado. Observo y veo el Jet de las Empresas Miloslavzki y a Benjamín hablando con el que supongo es el piloto por su uniforme. Benjamín y su manía por los aviones, el hasta donde tengo entendido su vocación era ser piloto. Pero hay cosas que se anteponen a nuestros deseos. Me acerco a donde se encuentra estos dos, saludo de manera cordial mientras me avisan que el vuelo saldrá dentro de una hora que podemos acomodarnos como gustemos.

El Jet era lujoso, en tonos dorados y negros, espacioso tres filas de asientos, una mesa para lo que supongo es para comer, una plasma en el fondo. Tres puertas con lo que creo son dormitorios y un baño.

-Buenas tardes -saluda una joven -seré su azafata por el vuelo de hoy. La señorita Volkov me informo que pueden disponer de los dormitorios para que descansen dado que cuando lleguemos serán las 7:00 AM Así descansan lo que resta del vuelo, son unas nueve horas de vuelo. Si necesitan cualquier cosa me solicitan con el botón que se encuentra a la izquierda de sus asientos, o en su defecto pueden decir servicio de manera alta y también responderé. -decía mientras ahora apreciaba la tecnología que teníamos a bordo. -los asientos son totalmente automáticos en la parte izquierda tienen una pantalla táctil donde dan las órdenes para bajar y subir las luces, temperaturas o conexión con la plasma. Si requieren usar los dormitorios las puertas se abren de manera automática de igual forma. Si no tienen preguntas al respecto me retiro -dijo mientras daba la vuelta para donde estaba o eso creía la cabina del piloto.

-Esto es alucinante hermano -comenta Benjamín mientras inspeccionaba todo lo que había dicho la azafata -esto no se compara a los sensores que tenemos para las luces o simplemente el reconocimiento facial que usamos estamos en una puta película de tecnología -asiento dándole la razón esto es lo mejor de lo mejor

-Estamos tratando con una Ingeniera en Robótica Benjamín, esto es lo menos que esta mujer puede hacer -me acomodo mejor cuando la azafata anuncia que saldremos -será mejor que descansemos necesitamos paciencia y sobre todo estar lo más humanamente descansados, no estamos tratando con un empresario cualquiera, esta mujer es todo menos confiada.

Una vez el avión está en vuelo, me dirijo hacia el cuarto que me han designado por estas nueve largas horas, una vez estoy dentro me despojo del saco y la corbata quedando solamente con la camisa blanca y el pantalón de vestir, no tenía sueño, pero debía aprovechar hasta el último minuto pensando cómo actuar delante de la joven mujer. Dentro de mis cavilaciones no se en que momento me atrapa el sueño, donde me atrapa unos ojos grises como una tormenta, tan hermosos, tan perfectos.

MIEDO Y PODER.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora