Capitulo 2: Escape.

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Andy la miraba mientras dormía. Jessica se veía como ella, pero no era ella. No se comportaba como ella.
Dejó escapar un quejido y abrió los ojos lentamente. Sus grandes y hermosos orbes verdes contemplaron a Andy, que sonreía.
-Quiero irme a casa.- susurró.
Andy le acarició el cabello, sin decir nada.
-¡Andy, quiero irme a mi casa!- gritó.
-Estas en tu casa.
Jessica puso los ojos en blanco y se levantó bruscamente de la cama. Salió al pasillo, bajó la escalera y salió por la puerta principal, con Andy detrás.
-Jess, ¡Jess!- la llamó.
Ella no se giró y siguió caminando.
-¿A dónde irás? ¿Eh?- dijo cuando la alcanzó.
Ella lo ignoró.
-¡Jessica!- la tomó del brazo y la hizo girarse.
-¡No me toques!- chilló al tiempo que intentaba zafarse.
Andy la tomó de los hombros y la sacudió suavemente.
-¿Que te pasa Jess?
-¡No me digas Jess!- logró zafarse y salió corriendo en dirección a su casa.

Después de varios kilometros ya estaba exhausta, pero había llegado al lugar donde se encontraba la bellísima mansión.
Suspiró, cruzó la reja y subió los peldaños de la escalera, después tocó la puerta.
A los pocos minutos una chica, alta, rubia y con un bonito bronceado le abrió la puerta. Amber, su mejor amiga. Jessica se lanzó sobre ella, la abrazó y se hecho a llorar.
-¡Oye! ¡Quitate de encima!- Amber forcejeó y se libró de su abrazo.
Ella la miró con el rímel corrido.
-¿Que quieres aquí? ¡Vete de mi casa!- le gritó la rubia mientras la empujaba hacia la puerta.
-Amber. Yo...
-¡Vete!- y le cerró la puerta en la cara.
Jessica se quedó ahí de pie ante la puerta, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas, dejando caminos negros a su paso. Se dejó caer en uno de los grandes escalones y se hecho a llorar.
Un Mustang 67 negro descapotable aparcó fuera de la reja.
Jessica alzó la vista cuando Andy abrió la puerta de metal y se acercó a ella, le tendió la mano y la ayudó a levantarse. La guió hasta su auto y después arrancó.
-Quiero ver a mis padres- susurró.
Andy la miró un segundo. Se acercó, la abrazo y la besó en la cabeza. Jessica solo se quedo ahí, sin decir nada. Devolviéndole el abrazo.
-¿Por qué fuiste a buscar a Barbie?- dijo intentando cambiar de tema.
Jessica se encogió de hombros y Andy siguió conduciendo.

En pocos minutos llegaron a la casa. Era diminuta, comparada con la enorme mansión en la que ella se había criado. Ella miró a Andy, quien asintió poco convencido. Se bajó del auto y caminó en dirección a la puerta.
-La verdad, no creo que sea una buena idea.- le dijo.
Ella se encogió de hombros.
-¿Qué es lo peor que podría pasar?
Andy abrió la boca, pero se quedo callado. La puerta principal se había abierto. Jessica sonrió ampliamente. Era su padre, seguía siendo igual de atractivo, con los mismos ojos verdes de su hija y el cabello caoba corto, aunque se veia diferente en camiseta y pantalones de mezclilla en lugar de sus caros trajes. Ella se acercó a el rapidamente, dispuesta a abrazarlo, pero el la tomó de ambas muñecas con una mano y la hizo entrar a la casa.
-¡Hey! Papá me lastimas.- se quejó.- Ah, apestas a alcohol.
-¡¿Ya te cansaste de ella, imbécil?!- le gritó a Andy.
-¡Oye!- lo defendió Jessica.
-¡Cállate!- y le dio una gran bofetada.
Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas nuevamente. Mientras Andy saltaba fuera del auto.
-Andy, yo... Lo siento, te veré luego.- dijo ella desde detrás de su padre.
-No, no lo harás.- cerró la puerta.
Andy se quedó ahí de pie maldiciendo.

El padre de Jessica la tomó del hombro y la empujó escalera arriba a la que suponía era su habitación.
-No vas a volver a ver a ese idiota. ¡Y quitate esas mierdas de la cara!- dicho esto cerró la puerta de un golpe.
Se quedó sentada al borde de la cama, llorando en silenció.
¿Por qué le afectaba? Se suponía que Andy ni siquiera le caía bien.
Observó la habitación un momento. Era pequeña, algunas paredes estaban llenas de posters, no como en la habitación de Andy, donde llegaban hasta el techo. La cama era de dos plazas y estaba cubierta por un edredón negro con blanco y sobre el había un montón de peluches. En una de las esquinas de la habitación había una una enorme estantería, que a diferencia de la de Andy, estaba llena de libros, dibujos, muñecas y otros juguetitos raros.
Sonrió un poco y después se dejó caer en la cama, pensando. Al poco rato se sumió en un profundo sueño.

Parecía que había pasado apenas un minuto cuando un golpeteo en la ventana la despertó. Se asomó y vio a Andy lanzando piedritas en dirección al cristal.
-¿No esta un poco trillado llamar así a tus... Amigos?- le dijo en cuanto abrió la ventana.
Andy se encogió de hombros y se dirigió a un costado de la casa, segundos después apareció arrastrando una escalera.
Jessica enarcó una ceja. Andy alineó la escalera con la ventana y después subió.
-No soy tan estúpido como para no saber donde "guarda" tu padre esa cosa.- dijo mientras le dirigía una enorme sonrisa a Jessica. Se frotó las manos.- Bueno, aunque la mayoría de tus cosas estan en mi casa, empaca todo lo que quieras llevarte.
-¿Qué?
-Te vas conmigo Jess.
-Si, claro.
-Es en serio.- Andy seguía sonriendo.
Jessica negó con la cabeza. Su mejilla seguía roja y aun le dolía. Una lágrima se le escapo.
Andy le dirigió una pequeña y reconfortante sonrisa.
-Anda, hay que apresurarnos.- la rodeó con un brazo.
Jessica rebuscó entre las pocas cosas que había en sus gavetas, encontró un monton de dibujos más, los dejó en la cama y Andy los tomó.
Encontró una pequeña maleta en el armario, ahí metió un par de libros que, por el título y la portada, le parecieron interesantes. También hojeó los dibujos de la estantería, ninguno le agradó, a excepción de uno de Andy. Sintió la necesidad de llevárselo y lo metió en la maletita, rogando porque no se maltratara.
-¿Lista?
-Lista.- suspiró
-Después de ti.- le dijo Andy.
-¿Por ahí?- señaló la ventana.
-Aja- contestó el.
Ella lo miró boquiabierta.
-No voy a poder.- dijo mientras negaba con la cabeza.
-Si podras, hemos hecho esto miles de veces.
Jessica caminó hacia la ventana, se apoyo en el marco y luego sacó el pie. Tanteó en el aire, buscando la escalera.
-Andy.- dijo mientras cerraba los ojos y apretaba los dientes para evitar gritar.
Él se acercó a la ventana.
-Espera... No, ah. Intenta... Sientate en el marco...- le susurró- Eh, Jess lo estas empeorando.- dijo al momento en que ella se aferró a su chaqueta.
-Ayudame.- le dijo.
-Si, espera, ah ¿Puedes volver a entrar?
Jessica volvió a negar con la cabeza.
-Ah.- Andy se quedó callado.
-Andy, has algo.- le dijo ella.
-Espera, estoy pensando.
Escucharon una puerta abrirse, después Andy vio la luz que se colaba por la parte de abajo de la puerta.
-Mierda.- susurro- Jess saca la otra pierna.
-¡¿Qué?! ¡¿Estas loco?! ¡No!
-Házlo, ya. No vayas a soltarme.
Jessica obedeció, se sostuvo fuerte de Andy y saco ambas piernas por la ventana, mientras se concentraba en no gritar. Cuando sus pies tocaron la escalera dejó escapar el aire que estaba reteniendo. Se soltó de Andy y bajó apresuradamente.
Andy salió con un solo y grácil movimiento, cerrando la ventana justo en el segundo en el que el padre de Jessica abría la puerta.
En cuanto él pisó el césped ambos, mientras reían, salieron corriendo hacia el Mustang, que estaba aparcado unas casas atrás.

Bueno chicas, primero que nada ¡Hola! xD. Me perdí toooda la semana, lo siento u.u ¿Les esta gustando la novela? En lo personal (y no es porque yo la haya escrito xD) a mi me parece hermosa :'D. Bueno eso y... ¡El Viernes les subo la segunda temporada de la otra novela! (wiii xD aquí es donde ustedes aplauden y se emocionan e.e). Como siempre les digo, espero que les guste. Las amo, gracias por leer :D.

Lost It AllDonde viven las historias. Descúbrelo ahora