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Lo odio, les juro que lo odio. Cómo era de esperarse el muy infeliz de mi vecino me estaba nuevamente robando el sueño. 01:00 a.m y lo único que escucho es el sonido ensordecedor de los parlantes del departamento continuo. Cómo odio las paredes finas.
Maldito.. me las vas a pagar.. — grito, para luego taparme la cara con la almohada.
               
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Abrí mis ojos y automáticamente sentí un terrible dolor de cabeza,  no había podido dormir culpa de la música del vecino, que había sonado hasta altas horas de la noche. Para mi mala suerte hoy tenia clases de danza y no me sentía preparado físicamente para la exigencias del profesor.
Me despedí del agradable calor de mi cama y me levanté de muy mala gana. Sentí inmediatamente el frió desgarrador de las mañanas de pleno Abril, por reflejo alcé mis brazos y me abrace en un intento casi nulo de devolverle la calidez a mi cuerpo. Al no poder conseguirlo corrí con mucha prisa al baño para prepararme una ducha caliente.
Luego de asearme me vestí con con unos jeans oscuros, una remera azul básica, un buzo negro bastante holgado y mis converse negras. Tome mis lentes de montura gruesa de la mesita de luz y salí disparado a la cocina apenas me di cuenta que iba demasiado atrasado.
No tienes tiempo para un desayuno Jimin me dije a mi mismo dándole un mordisco a una tostada del día anterior. Agarre mi campera estilo militar, mi gorro de lana y me dispuse a salir de mi casa.
Cerré la puerta con mucho apuro y salí corriendo por el pasillo, iba tan preocupado por el horario que accidentalmente me choque alguien que caminaba en dirección contraria.

Mira por donde caminas imbécil — sentí a mi costado. Levanté la vista y no pude evitar pensar que estaba meado por un elefante.
Ahí estaba el causante de mi espantosa mañana: un pálido muchacho de no más de veinticinco años todo vestido de negro y con su muy característica melena verde.

..— sin darme cuenta había articulado palabra.

— ¿Yo que? el chico me miraba con aún más desprecio.

Podrías ser más considerado con tus vecinos y bajar la maldita música de noche. Algunos tenemos cosas que hacer a la mañana temprano— intenté no ser muy brusco pero por el rostro del contrario creo que cause lo contrario.

— ¿Que dijiste nenita?¿Quién te crees que eres para hablarme así? — claramente estaba enojado y yo ya estaba muy atrasado como para ponerme a discutir con tipos como estos.

— ¿sabes que? Déjalo, ya estoy llegando tarde.— lo esquive y salí corriendo hacia la calle, lo escuché maldecir pero no le di importancia, mi clase de danza ya había empezado y mi profesor no es un hombre muy paciente.

Bad luck day! ~ YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora