Mizuki Sakamaki
— Shu ¿qué carajo estás haciendo? .- Pregunté cuando notaba como mi esposo metía cosas a una especie de maleta.
— Estoy empacando nuestras cosas .- Respondió como si fuera obvio.
— Eso me importa un carajo Shu, dime ¿por que mierda empacas? .- Le grite con cólera, quien se creía para no decirme nada.
— ¡Ese imbécil!, no se quedará asi .- maldecia al aire ahora. Enloquecio, lo que me hacía falta, un marido loco.
....
Kaori
Desperté en el sofá de la casa de los Sakamaki con un enorme dolor de cabeza. ¿Qué demonios paso? Por más que intentaba recordar no lo lograba.
— Veo que has despertado .- Dijo una voz fría que me volvió la piel hielo. Irónico ¿No?
— No, estoy dormiendo con los ojos abiertos .- Yo y mi maldita boca.
— Se ve que jamás aprendes .- Reiji se sentó en la esquina del sofá y acarició mi cabello, no lograba entender por que hacía eso en estos momentos.— Tengo tantas ganas de destruirte.- susurro en mi oído derecho, era como el susurró de un demonio aunque los vampiros no estaban lejos de serlo.
Realmente no movía ni un músculo, aunque no niego que era el mejor momento para hacerlo. Pero no me movía ya que mi cuerpo parecía pertenecerle era como si estuviera en su poder y jamás pudiera escapar de él. Era como si yo no quisiera escapar de él y eso era lo que más miedo me daba en estos momentos.
"Dios creó el "paraíso" pero para mi no es más que aburrimiento y cuando no es aburrimiento es un infierno"
Esa frase o lo que sea que sonó en mi cabeza hizo que me alejará de mis pensamientos por más de un minuto para hacer que divagará únicamente con el toque que Reiji ejercía sobre mi cuello.
— Si me vas a destruir necesitaras saber mi debilidad.- Le dije irónica a Reiji.
— Tú debilidad eres tú misma .- Me comentó con voz suave y poco a poco comencé a sentir sueño hasta que quede dormida.