Capítulo 4⅓

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Diablos, maldito cuatro ojos ¿Como se atreve a morderme? Espera, ¿Y si ese fue el propósito de esa persona? Tome mi teléfono y llamé nuevamente a mi padre pero la llamada no salía. Joder, eso fue lo primero que se me pasó por la cabeza en esta "casa" me sentía indefensa ya me habian pasado dos cosas que llegaban a resultarme molestas y al ver que las llamadas no salían estaba aún peor, claro eso no era nada comparado con el miedo que sentía al no poder teletransporme, yo no solía hacerlo con mucha frecuencia ya que al ser mitad humana era algo peligroso pero estoy segura que era aún más peligroso quedarme con Reiji Sakamaki y el resto de los vampiros, algo tediada de la situación salí corriendo de la habitación en la que me encontraba y me dirigí a las puertas pero las malditas no abrían con toda la furia del mundo tome un mueble y lo aventé contra una ventana rompiéndola para después saltar de esta y salir corriendo.

No sé ni a qué velocidad estaba llendo pero solo pensaba en alejarme lo más posible de ese lugar, después de correr unos metro choque con alguien y caí al suelo, hiba a maldecir pero note que era mi padre y me puse a sollozar mientras él se me acercaba y me abrazaba.

La hija de Shu Sakamaki Donde viven las historias. Descúbrelo ahora