-Entones las modelos no son tu tipo...- dijo Marinette entre risas luego de que Adrien se burlara de las exageradas características físicas de sus compañeras de modelaje.
-Así es. Prefiero las mujeres con más cerebro y menos químicos.- respondió él revolviendo un poco su helado ya derretido.- De hecho, hay una chica que me gusta...
-Uh.... Cuenta.- bromeó su amiga prestando más atención.
-Pues podría hablar todo el día de ella. Es dulce, tierna, hermosa, valiente...
-¿Y ya has intentado dar el primer paso con ella?
-Lo he intentado...- aseguró Adrien riendo para sus adentros.
-Bueno, te puedo mencionar algo: ninguna chica se resiste a un beso en la orilla de la boca. Eso es algo tan... No lo sé...- dijo ella con algo de pena. Adrien anotó aquello para después y decidió comenzar a tantear terreno.
-Y dime... ¿cuál es tu tipo?- Las mejillas de la chica de colorearon un poco.
-¿Qué clase de pregunta es esa?
-Una hecha por simple curiosidad.- respondió el joven con sus ojos clavados en ella.
-Pues, últimamente he comenzado a notar que me gustan los chicos de cabello rubio.- comenzó mientras se acomodaba bien en su silla.- También he descubierto que tengo una debilidad por los ojos verdes y los juegos de palabras.
-¿Ajá...?- Adrien estaba cada vez más intrigado.- Y de casualidad... ¿afecta en algo que sea tu compañero?
-Para nada.- rió ella.-El chico en el que estoy interesada.- explicó.- además tiene un tipo de... enlace con los gatos. Dime, ¿qué podría hacer para conquistar a un chico con todas esas características?
-Pues un juego de palabras de gatos, claro está.
-¿Un juego de palabras de gatos?
-Sí. Mira, puedes empezar con algo cómo: ¿Eres un gato? Por que estaría dispuesta a seguirte en tus nueve vidas.- Marinette no pudo contener la risa. Mas al levantar la mirada y observarlo se percató de la ilusión dibujada en el rostro del chico. Puede que estuviera metiendo la pata.
-Adrien, sabes que no me refiero a ti, ¿verdad?- preguntó de pronto colocándose algo seria.
-Yo...
-No es que haya algo malo contigo, solo... estaba describiendo a un chico que me gusta desde hace ya un tiempo.- El corazón de Adrien se detuvo por un momento. ¿Entonces era así como se sentía ser rechazado? Aquello fue demasiado.
-No hay problema. No tienes nada de qué preocuparte.- afirmó él con un hilo de voz.- En ningún momento llegué a pensar algo así...
De pie sobre un edifico con la mirada en la nada, Cat Noir sentía un vacía en su pecho que ni el aire fresco podía arreglar. ¿Contaba lo de aquella tarde como un rechazo? No hubo realmente una declaración, así que era algo indirecto. Aún así, dolía.
De pronto vio la silueta de Ladybug moverse por entre la ciudad. Asumió entonces que la patrulla ya había comenzado.
Otra noche sin sorpresas. La ciudad parecía estar tranquila, Al terminar ambos se encontraron en la Torre Eiffel.
-Hola, Lady.- saludó él con una media sonrisa al momento que tomaba asiento a su lado en la orilla de la estructura.
-Hola, Cat.- respondió ella nerviosa. Hubo un breve momento de silencio antes de que ella tomara valor para dar el primer paso de su plan. Aclaró su garganta y tomó aire, mas al voltear a verle supo de inmediato que algo estaba mal.- Hey, ¿estás enfermo?
-¿Yo? No. ¿Por qué?- respondió él.
-No te ves nada bien.- Cat Noir suspiró.
-No es nada de qué preocuparse. Ya pasará.- aseguró. Aún no completamente convencida, Ladybug asintió.
-Yo, eh... tengo algo que decirte.
-¿De qué se trata?
-Tú... ¿eres un gato?- preguntó algo tensa. Cat rió un poco.
-Pensé que las orejas y la cola hablaban por sí mismas...- contestó divertido antes de caer en cuenta de lo que ella había dicho. La miró con sus ojos bien abiertos en sorpresa y cambió su respuesta.- Sí...
-Pues estaría dispuesta a seguirte en tus nieve vidas.
El héroe tragó grueso antes de acercarse a ella cual depredador en caza. Asustada, Ladybug comenzó a retroceder. Mas al dar con una de las vigas, él casi quedó sobre ella. No dijo nada, sólo la miró directamente a los ojos. Entonces poco a poco una sonrisa de alivio se fue formando en su rostro antes de dejar salir unas risas ligeras.
-¿Cat Noir...?- llamó ella. En lugar de una respuesta, él levantó su mano hacia ella y tomó su mentón. La acercó hacia él y con suavidad depositó un dulce beso en la comisura de su boca. Aquello la dejó paralizada, más aún al ver su traviesa sonrisa.
-Te veré mañana en la escuela.- susurró en su oído antes de hacer su retirada.
Ladybug tuvo que tomarse un momento para asimilar todo aquello antes de levantarse lentamente y dirigirse a su hogar.
Entró por la trampilla, deshizo su transformación, colocó algunas galletas en un plato para Tikki, se colocó su pijama, acomodó un poco sus sábanas y se dispuso a acostarse. Todo aquello con una cara de sorpresa aún pasmada en su rostro.
No fue sino hasta un par de segundos después de que su cabeza tocó su almohada y cerró sus ojos lentamente de los volvió a abrir de golpe y se sentó al instante para exclamar a su kwami:
-¡Cat Noir es Adrien!
¡Hola! No, aún no me muero...
Casi nunca anuncio mis hiatus por que nunca sé exactamente cuando voy a entrar en uno.
¿Qué pasó esta vez? Pues, si se han tomado el rato de leer mi bio, ya sea la de FF o la de acá, saben que quiero comenzar a producir mi propio material animado.
Comencé a practicar con algunos programas para un proyecto de mi hermana y luego seguí con algo propio. Pero, como estoy segura que ya saben, el proceso de animación dura demasiado y requiere mucho trabajo. Estas últimas tres semanas he comenzado a trabajar desde las once de la mañana y me duermo a las diez. Los resultados son :poop:, pero de alguna forma tengo que aprender.
Supongo que volvemos al sistema de one shots para mantenerme activa hasta que tenga tiempo de escribir long fics.
¿Sugerencias?
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Un gato negro con suerte
FanfictieAdrien intenta reunir valor para invitar a salir a la chica de sus sueños: Marinette. Pero no pude hacer nada respecto al hecho de que él mismo es el portador de la mala suerte. ¿Cómo resultará esto?