[6] la gran noticia de Damon Collins

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-familia tengo algo que contarles...

-¿qué sucede hijo?-habló mi madre, todos muy expectantes, escuchamos atentamente.

-hace una semana me llamaron diciendo que la casa ya está construida y que ya se puede alojar-dijo con una sonrisa similar al wason, pensé que sus mejillas llegarían a tensarse o quizá acalambrarse.

-felicitaciones hijo, me alegro mucho por ti- abrazó durante bastante tiempo, luego miró a Jace y se acercó a él para abrazarlo también-supongo que ambos se irán a vivir allí, ¿no es así?, los inseparables hermanos Collins.

-si, me iré con mi hermano-respondió el del medio.

-los panqueques funcionaron-susurre.

Me reí, por lo que hace unos días prepré unos panqueques y le dije que le daría uno solo si se iba de la casa.

-haré panqueques más seguido-rei por mi propio chiste, un chiste malo, los extrañaré mucho.

-desde mañana empezaré a trasladar cosas- dijo Damon

-y ¿por qué no hoy?- hablé desde las escaleras.

-porque hoy hay persecución- habló bajo y sonrió.

-y yo que quería conocer tu nueva casa-hice un puchero.

-no te tendré una habitación, olvídalo, si vas y te quedas duermes con el perro.-pasó por mi lado y chocó su gigante cuerpo contra el mio.

-¡tu no tienes perro!-le grité.

-¡exacto!-rio fuertemente.

-maldito orangután-dije.

-Chris, ¿has ordenado tu cuarto?- la última frase bastó para ya estar en el último escalón en dirección a mis aposentos, y que suerte, no caí en el trayecto.

-¡estoy en eso mamá!-grité exaltada.

-iré a ver que tan ordenado está quedando-se escuchaban los pasos de escalera lentos pero seguros.

-te van a retar-dijo mi papá.

-invoco al salvador- levante mi mano en un puño.

-mañana me lavaras el auto- apuntó con su gran mirada de "lo haces porque lo haces".

-lo juro-con mi otra mano en la espalda cruzando los dedos que rompen el trato.

-¡amor! Dejé la maquina encendida, ¿puedes apagarla? Está...- se volteó hacia mi y acusó con la mirada.

-si, mañana lavaré el auto no te preocupes- no puedo romper el trato si él me está ayudando- gracias papá.

-tu solo... Ya sabes, arregla todo ese desorden.

-a la orden señor-dije poniéndome completamente rígida.

-misión uno, ordenar tu cuarto, te quedan veintinueve minutos con cincuenta y siete segundos.-dijo viendo su reloj.

-mier*a-susurré.

Ropa sucia al canasto, desde el lugar que la encontraba la lanzaba y si no caía eran putos menos en mi imaginación, aspiradora, mi super arma limpiadora la paso por todos lados.

Miro la cama y creo en mi mente una estratégia para no demorarme mucho, todas las tapas al suelo y luego de una en una hacia la cama, para finalizar mis almohadas.

¡Terminé!

Me quedaron cinco minutos, ho no, lo envases de nutella.

Tomé los cinco potes vacios, de distintos tamaños y los llevé a las habitaciones de mis hermanos. A mi no me retarán por esto, a ellos si.

La Barbie Pechos Bien PuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora