[1]¡sorpresa!

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Cinco días después de mi alta del hospital mi querido y hermoso padre insiste en que trabaje, esto durante un año para crear responsabilidad, ¿que no le basta con que cuide de mi persona y también a Scam?

Las ansiadas vacaciones se acercan, en pocos días seré libre, las últimas pruebas son vitales para graduarme, solo necesito un torpedo para la prueba de historia.

-jóvenes recuerden que veo todo y no copien, quiero que se esfuercen... -con un par de palabras terminó de hablar.

Veamos la chica de alado, ¿cuál me falta?, son veinte preguntas y tengo... una resuelta.

Mierda.

Juguemos a morizar... vamos Chris yo puedo.

Levanto la vista cinco segundos, las primeras cinco son A-B-C-D-A. ¿es en cerio? Esto pude haberlo hecho al azar.

Corrijamos con mi compañero de al lado, diablos, se me olvidaba que es Derek, más mierda, pero a el le va bien en ésta clase.

A-B-C-D-A, están correctas, seguiré copiando, después de todo Derek me debe muchas.

-¿tan rápido señorita Collins?, ¿no quiere revisar su evaluación?-el profesor me miro con desconfianza.

-no gracias, ¿puedo retirarme?-dije ya con mis cosas en mano.

-si, si puede-al salir veo de reojo al profesor que le hecha un vistazo a mi examen, unas ojeadas y su expresión muestra aprobación.

Exelente.

Tengo hambre, mucha hambre, necesito comida ahora, pero a ésta hora la cafeteria no atiende, ¿porqué me persigue la desgracia?, me llenaré con agua.

Pero no quiero agua. A mi espalda alguien se detiene con un paquete de papas fritas, y ese alguien no me sorprende que sea Derek.

-¿te asustaste?- preguntó sonriente.

-espera-tome aire y lo exale como si en verdad me hubiera asustado-supongo que si...-sonrei.

-¿quieres?- extendió su paquete de papas, aún sin abrir.

-si te rechazo estaría traicionando a mi estómago, gracias.

-son para ti-eso si me sorprendió.

-am... gracias.

-vi que no traías comida y al salir antes de clases la cafetería estaría cerrada.

-espera, ¿como sabias que no traía comida?-mi curiosidad aumentaba.

-lo vi en tu mochila.-dijo como si nada.

-¿revisaste mi mochila?-estaba apunto de golpearlo.

-si, digo no, pero sin las manos, cuando la abriste y justo te hablaron y pues, quedaste con la mochila abierta mientras respondías.

-okey, no sé si agradegerte   o enfadarme y golpearte, pero es temprano y no quiero hacer nada. Y no te devolveré las papas tu me las diste, a parte tengo hambre.

-¿estás en tus días?- dió un paso atrás.

-¿y eso qué?- estaba cambiando mi ánimo, unos segundos después me relaje por completo-disculpa, me siento un poco mal.

-descuida-me acercó a el para darme un abrazo, obviamente no lo acepté, pero mi resistencia fue en vano, el tiene más fuerza que yo... en estos momentos claro.

-hey, basta, ¿sabes que haría Seth si nos ve así?- logré soltarme.

-probablemente lo golpearía- respondió el mismo chico del que hablaba.

La Barbie Pechos Bien PuestosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora