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Así es.

Me habla de la confianza entre padre e hija.

No lloro por miedo o por sumisión.

Lloro por coraje.

Este hombre me habla de la confianza de presentarle a mis amigos.

Si no me deja salir a fiestas con la excusa de "saldrás embarazada"... ¿Cómo me va a permitir presentarle un chico?

Sí, a ese nivel confía en mí. Piensa que en la primera oportunidad abriré las piernas.

Vaya idiota.

No lloro por tristeza.

Lloro por coraje.

Dice que debo tenerle confianza al presentarle algún novio mío.

¡No confía en mi ni para salir por material escolar!

¡Qué mierda!

Me recordó el día en que presenté a mi mejor amigo. Dijo que soy una maldita desconfiada porque mi amigo me obligó a presentarlo.

Le lanzó una mirada asesina.

¿Cómo confiar así?

Recuerdo cuando mi novio fue a casa sin avisar.

Estuvo a punto de golpearme por ello.

¿Confianza?

Confianza a la mierda, padre.

Noventa días.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora