One-shot Sterek

Sireno

Hacía varios días -aunque en verdad eran semanas pero todos ignoraban a Stiles- que un extraño ser atacaba a Beacon Hills, este parecía estar hecho de lodo o algo por el estilo, lo único que sabían era que su elemento, por llamarlo de alguna manera, era el agua.

Y ahí estaba la manada, siendo guiada por Peter y Derek hacia un lago -¡sorpresa! al parecer había uno- escondido en las entrañas del bosque donde estaban las sirenas -cosa que no sabía ninguno que había, para variar- las cuales podrían darles información de como vencer a la reciente criatura -no tan reciente para Stiles-.

-Entonces... -comenzó Stiles, haciendo suspirar antes de tiempo a los dos Hale hombres- hay sirenas, mujeres que por piernas tienen cola de pez -Peter asintió mientras Derek gruñía.

-¿Y no pensasteis en decírnoslo? -saltó Scott, contagiado por la curiosidad de Stiles.

-No era necesario, son inofensivas en su mayoría -sonrió Peter.

-¿En su mayoría? Eso no suena bien -se quejó Isaac.

-Mientras no las molestemos y las tratemos bien no nos harán nada.

-Entonces aquí sobra Derek -bromeó el humano, ganándose la risa de los otros tres y una mirada asesina por parte del ojiverde.

-Recuerdame por que lo hemos traído -gruñó el ex-alfa.

-Porque tiene labia si se concentra -sonrió Scott.

-Wow -se sorprendió Stiles- no sabía que esa palabra existiera en tu reducido cerebro Mccall -y fue ahí cuando Derek sonrió y Scott le mandó una mirada asesina a su hermano de otra madre.

-Estamos cerca, recuerden tratarlas mejor incluso que a Lydia -bromeó Peter.

-Reza para que no descubra eso y te grite en el oído -sonrió Scott.

Peter rodó los ojos mientras tiraba de unas ramas, dejando ver una especie de pasadizo rocoso, por donde cabe destacar no se veía nada- y donde Stiles tropezó golpeándose con la espalda de Derek-, que terminaba en una gran zona despejada, donde estaba el lago. Pudieron ver a las sirenas nadar y reír hasta que se fijaron en ellos, momento donde algunas, las mas jóvenes, se sumergieron y las que debían ser las lideres se acercaron a la orilla.

-Lobos, ¿Cómo osáis entrar en nuestro territorio? -entrecerró una los ojos.

-Lo sentimos, de verdad. Pero necesitamos vuestra ayuda- habló Peter, con voz dulce y sonrisa coqueta por la que cualquier mujer caería.

-¿Y por qué deberíamos ayudaros? -preguntó una, la que parecía más joven del grupo que se acercó a la orilla.

-Porque el ser que nos amenaza no tardará en venir a por vosotras una vez nos mate -habló Scott, demasiado serio y maduro para ser él.

-¿Es eso una amenaza? -se molestó la sirena.

-Eliade -le llamó la atención la líder mientras Derek soltaba uno de sus característicos gruñidos- Bien, os ayudaremos en lo que podamos. Acercaros y habladme de la criatura -y antes de que alguno dijera nada Stiles caminó hacia las sirenas, sentándose frente a ellas sin el menor temor, con aquella sonrisa amistosa que tanto decoraba sus labios.

-Vera, apareció por primera vez hace un par de semanas, aunque solo eran rastros de agua con un extraño olor -comenzó- pero hace pocos días empezaron los ataques, al parecer morían ahogados y luego eran devorados. Logramos ver un poco a la bestia, era... verdoso, con apariencia humanoide pero con las piernas más largas y goteaba sin parar -explicó Stiles con imparables gestos de mano, provocando más de una reacción en las sirenas.