Ahora con 12 años, la pequeña de nuestra historia había comprendido que los monstruos no eran aquellos de debajo de la cama. Aprendió acerca de los verdaderos monstruos con el profesor de biología, monstruos reales de los que uno no podía declarar, sabía que estos eran más crueles y si podían hacerle daño, pero a los demás parecía no importarles.
Entonces se dio cuenta de algo que siempre había sabido, pero que no quería aceptar, los monstruos de su clase, estaban conformando su realidad, se habían apoderado de ella y no la dejarían ir tan fácilmente. Intento evitar que aquellas bestias le hicieran daño a los que más quería, pero el dolor y el sufrimiento le hacía daño a ella, era difícil luchar contra algo que no conocía y que no sabía.
Al principio fue el enojo con ella misma, por creer que no podía ser fuerte y soportar las adversidades, se sintió débil y comenzó a creer que era juzgada. Lo segundo fueron las alucinaciones de que la gente ya no la quería, de que no era valorada y de que muchos hablaban a sus espaldas. Los ataques de ira por simples y cosas sencillas. Y por último las noches de llanto por no ser comprendida.
Todas las noches desde que los monstruos de debajo de la cama se fueron y aparecieron los de su cabeza, bajaba a la cocina a servir un baso de agua, miraba los cuchillos y miles de pensamientos suicidas pasaban por su mente. Fingir estar bien la estaba destruyendo y tal vez debería destruirse a si misma, fue entre las noches y aquella rutina, que mamá se dio cuenta de lo que sucedía con su hija.
Mamá siempre estuvo para ella, decidió llevarla con un especialista y el sólo confirmó la presencia de los monstruos en su vida. Le ordenó medicamentos y un ambiente relajado, incluso fue planeado que dejará la escuela, pero ahí nuestra chica tenía una vida, aunque sea malgastada y muy cruel, era su vida. Mamá apoyo la decisión de seguir con sus estudios, por que eso era lo que un chico normal hacia.
Hubieron personas que hablaron sobre ella cosas sin saber, fingiendo que les importaba nuestra chica, algunas veces incluso pudieron decidir por ella, pero eso no es lo que ella quería. Ella sólo quería que alguien la quisiera, que le diera apoyo, que le demostrará lo mucho que valía, que le dijera que no estaba sola y que jamás lo estaría, pero incluso entre su familia habían personas que sólo le mintieron.
Una lástima por nuestra chica, quien intentó buscar consuelo en quienes no debía, por que creyó que a sus amigos les importaría.
Tranquila pequeña, así es la vida, por que es misteriosa y al mismo tiempo bonita...

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Monster
Short StoryNo, no hay monstruos bajo la cama, tampoco los hay en el armario, no los hay por que ahora eres lo suficientemente grande, grande para comprender que los verdaderos monstruos no son esos...