Jamás pensó mi chica, que aquellas dos personas, al conocer su infierno se quedarían, jamás pensó que ellos la apoyarían.
La primera persona permaneció a su lado por que desde pequeña lo había estado, por que aunque no lo sabía, vivió todos aquellos monstruos con nuestra pequeña princesa. Eran como hermanas de distintas madres y unidas desde el alma, aún cuando la de nuestro pequeño ángel estaba en llamas, su acompañante había decidido quedarse con ella, aún así, si quemaba.
La segunda persona le extendió la mano, por que ella sabía como mirar las almas, por que ella sabía observar el mundo desde el bien y desde el mal, por que desde pequeña fue criada para amar, para apreciar y valorar, por que la segunda persona se había enamorado de su fuerza, por que había visto hermosura entre sus infiernos y entre las grietas de su alma rota.
Y no sabía la segunda persona de lo que pensaba la primera persona, pero conocía sus pensamientos propios. ¿por que la gente la llamaba monstruo? No lo sabía. Se supone que a los monstruos se les teme, pero a ella no podía temerle, por que ese era su trabajo, por que esa persona había decidió que si nuestra chica no sería fuerte, ella... ella sería fuerte por ambas.
Y es que ahora hablamos de los pensamientos de quienes permanecieron con ella, por que ellos estaban dispuestos a darlo todo por verla feliz, y si digo todo es por que es todo, estaban dispuestos a romperse en mil pedazos, sólo para cerrar cada grieta en su corazón.
La segunda persona no podía comprender como pensaba la primera, pero después de todo si la primera estaba es por que lo valoraba, sabía que aquel monstruo era su favorito, y que estaba dispuesta a quemarse en su infierno.
Si la chica la hacía mal, la segunda persona le haría bien, eso fue lo que le habían enseñado sus padres, eso fue lo que aprendió de sus profesoras, sabía ver lo bello en aquel monstruo que todos temían, por que después de todo, como escritora... ese era su trabajo.
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Monster
Historia CortaNo, no hay monstruos bajo la cama, tampoco los hay en el armario, no los hay por que ahora eres lo suficientemente grande, grande para comprender que los verdaderos monstruos no son esos...