Me encontraba durmiendo plácidamente cuando mi madre entró a mi habitación y abrió de golpe las cortinas que dieron paso para que el sol quemara mis sensibles ojos.
La congele ㅡel tiempo mejor dichoㅡ me levanté para cerrarlas de nuevo, me acosté y lo descongele.
ㅡ¡Luzbel! ¡No uses magia conmigo! ㅡme regañó al notarlo.
ㅡLo siento mamá, pero deberías despertarme de una manera menos brusca, ¿qué tal con un café caliente?
ㅡBien, haré café, mientras alistate. ㅡordenó mientras salía de la habitación.
Le hice caso y me cambié de ropa para bajar a encontrarme con ella. Me senté en el comedor donde también se encontraba ella y comencé a tomar mi café.
ㅡY... ¿Qué aprenderé hoy? ㅡinquirí curiosa.
ㅡDimelo tú, no soy la que no controla sus poderes.
ㅡBien, quisiera controlar bien el espacio.
ㅡBueno, date prisa entonces.
Eso hice y cuando termine salí junto con mi mamá para irnos a donde practicábamos estas cosas. El lugar era solitario ya que se encontraba un poco lejos de la ciudad, se trataba de un pastizal rodeado de árboles.
Antes de que comenzara a usar mis poderes de hada de la luz, este lugar estaba descuidado ya que los árboles no le dejan mucha luz del sol al pasto. Pero conforme le daba tratamiento fue mejorando.
ㅡBien Luzbel, comencemos ㅡ inició mi madreㅡ. Para controlar el espacio tienes que imaginar que estás en ese lugar, imaginar que en lugar de estar en donde estás, estás en donde quieres estar, ¿entiendes?
ㅡCreo que no, pero ya intentemoslo. ㅡpedí entusiasmada.
ㅡBueno, imagina que en lugar de que estamos aquí, estamos en la casa. Intenta sentirte ahí. Intentalo. ㅡexplicó mientras tomaba mi mano.
Empecé a hacer lo que me dijo. En lugar del pasto, imagine el piso de nuestra casa; en lugar de los árboles, nuestras paredes con los recuadros; en lugar del cielo azul, el techo blanco; en lugar del cantar de los pájaros, el sonido de los automóviles.
ㅡMamá, ¿ha funcionado? ㅡinquirí nerviosa.
ㅡ¡Sí! ¡Estamos en nuestra casa! Todo ha salido de maravilla ㅡme felicitó ㅡ. Bien, ahora inténtalo hacer de vuelta.
Tomó mi mano he intente hacer lo mismo que antes pero al revés.
ㅡLuzbel... ㅡcomenzó mi madre ㅡeste parque no es el pastizal... No sé dónde estamos.
ㅡEntonces ve a preguntar dónde estamos mamá. ㅡdije nerviosa.
ㅡNo, tú nos trajiste, ve tú.
ㅡEstá bien...
Me acerqué a una persona que estaba pasando por ahí y comencé a hablarle.
ㅡDisculpe... Me podría decir cómo se llama este parque... Por favor... ㅡpedí, pero el hombre con forme hablaba me empezó a mirar como si hablara chino.
El señor empezó a hablar en un idioma raro que nunca había oído en mi vida y me fui alejando lentamente...
ㅡ¿Y bien? ㅡpreguntó mi madre cuando llegue a su lado.
ㅡCreo... Que puedo volvernos a casa... ㅡdije pidiendo con la mirada que no perdiera la cabeza.
Intenté lo que me dijo otra vez, para volver a casa. En lugar del pasto, imagine el piso de nuestra casa; en lugar de los árboles, nuestras paredes con los recuadros; en lugar del cielo azul, el techo blanco; en lugar de el cantar de los pájaros, el sonido de los automóviles. Cuando abrí los ojos ¡afortunadamente había funcionado!
ㅡ¡Mamá, funciono! ㅡgrité emocionada y aliviada.
ㅡMuy bien, muy bien. Luzbel, hija, cuando quieres ir a un lugar que comparte características como otros miles, intenta por medio características sentimentales. Para el pastizal podrías intentar recordar cuando tú le brindadas la luz del sol. ¿Entiendes?
ㅡSí, mamá. Esta vez no fallaré. ㅡafirmé para volverlo a intentar.
Esta vez igual cambié unas cosas por otras, pero esta vez también recordé cuando mi madre me enseñaba como darles luz del sol a las plantas.
ㅡ¡Lo logré! ㅡgrité emocionada hacia mi madre al ver que había funcionado.
ㅡ¡Muy bien! ¡Lo lograste! ㅡme felicitabaㅡ. Muy bien, pasemos a la demostración. ㅡcambió de tema.
Cuando me pedía una demostración era para ver qué tan desarrollados estaban mis poderes.
Empecé con el fuego, comencé una pequeña flama que fue haciéndose más y más grande hasta que tenía el tamaño de un enorme árbol.
ㅡMuy bien, muy bien. Ahora quitala ya antes de que crees un incendio forestal ㅡme reí ㅡ. Al parecer no tienes limites para crearlo, puedes producir tanto como quieras.
Una vez me deshice del fuego me dispuse a hacer levitar a mi madre.
ㅡ¡Luzbel! ¡Bájame! ㅡpidió al momento en que estaba en el aire.
ㅡLo siento mamá pero aquí no hay nada que pueda levantar o mover. Mejor disfrútalo, ¿sí?
Comencé a moverla alrededor del espacio en el que estábamos y ella se encontraba con los brazos extendidos y una sonrisa en su rostro.
Ya que mi mamá dijo que era suficiente, la moví de nuevo hacia el suelo.
ㅡMuy bien, Luzbel, puedes mover las cosas a tu antojo como si no pesaran, te haz fortalecido ㅡrecuerdo que antes me costaba mover cosas demasiado grandesㅡ. Volar era mi parte favorita de ser hada, tenía unas hermosas alas ㅡ cambió de temaㅡ, gracias por eso hija.
ㅡDe nada, cuando quieras. ㅡdije sonriente.
ㅡBien, ahora, antes de que se meta el sol debes darle su parte al pasto para que crezca grande y verde ¿sí?
ㅡSí, mamá.
Estiré mis manos al cielo como si le diera mi energía a Goku y capturé la luz del sol suficiente para aquel pastizal formando una esfera dorada en mis manos que esparcí por el campo verde viendo cómo recibía la luz.
ㅡListo mamá. ㅡle afirmé.
ㅡBien hecho, ahora llevanos a casa. ㅡpidió mientas se acercaba para tomar mi mano.
Le sonreí y cerré los ojos para hacer lo mismo que antes para llevarnos a casa.
Cuando llegamos mi madre dijo que fue un largo día y que prefería irse a descansar.
Yo en cambio fui a mi habitación a escuchar música mientras me quedaba viendo el cielo desde mi ventana.
Había una hermosa luna que avisaba que mañana habría luna llena.
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Luzbel
Fantasy¿Una chica que se llama Luzbel? No es raro que sea solitaria y nadie se le quiera acercar. Sin embargo, es un ser de mucha luz.