Ya había caído la tarde y no faltaba mucho para que saliera la luna; me encontraba en mi cuarto viendo por la ventana el atardecer mientras escuchaba música y después de unos minutos vi al sol esconderse al momento en que dejaba el cielo despejado para la luna.
En ese instante unos rayos dorados salieron de donde nacían mis alas, extendiéndose en su forma, grandes y alargadas. Una vez terminó la transformación de estas bajé donde se encontraba mi madre.
ㅡMamá, ya sucedió. ㅡdije cuando la vi sentada en el sofá.
ㅡ¡Hija... son hermosas! ㅡdijo apreciandolas.
—Gracias mamá —agradecí—. Bueno ya me voy a ir ¿sí?
—Claro hija, diviertete y disfrutalo.
Cerré mis ojos para trasladarme al edificio al que siempre iba; cuando sentí el viento en mi rostro los abrí, me encontraba en la azotea de este.
Desde ahí se podía apreciar la luna llena que iluminaba de una forma auténtica creando destellos azules en las nubes.
Extendí mis alas y empecé a aletear hasta que me elevé y fui subiendo hasta casi tocar las nubes, volaba tan alto que podía ver casi toda la ciudad.
Cuando es luna llena mis alas salen, ha pasado desde que tengo memoria y mi buena madre me enseñó a volar como a caminar. Al principio, cuando era pequeña mi casa era suficiente pero conforme fui creciendo fui necesitando más espacio eventualmente.
Mi madre me explicó que tiene la teoría de que solo salen cuando hay luna llena porque es cuando el poder de las hadas se intensifica. No se sabe mucho de mi especie porque nunca se había visto —hada-delonio— no creo que haya más como yo.
Cuando desterraron a mi madre le quitaron sus poderes y la exiliaron al mundo humano sin saber que iba a ser madre, pero cuando se enteraron se pusieron a perseguirnos.
Con el paso del tiempo fueron desarrollándose mis poderes al igual que mis alas y cuando estas aparecieron por primera vez ella me explicó todo de una forma que yo entendiera; siempre me dijo la versad de todo y se lo agradezco.
Mi madre siempre me recuerda que los del consejo de las hadas nos están buscando por que creen que soy una amenaza para ellos. Ella me enseña a usar mis poderes de forma que yo pueda defendernos cuando ellos vengan por mí.
Continúo mi vuelo por la ciudad y comienzo a imaginar que Ian está conmigo, volando junto a mí. Ha sido la primera persona en interesarse por mi vida y la primera que creo importante después de mi madre; el hecho de que no pueda decirle todo sobre mí me causa conflicto, pero aún no sé cómo reaccionaría si se lo llegase a decir... ¿Perdería su amistad? ¿Lo entendería?
Ajetreada por esos pensamientos decido volver a casa, sería bueno irme volando pero estoy algo cansada y quiero llegar lo más pronto posible. Cierro mis ojos y visualizo mi hogar, al poco rato escucho un grito de mi madre y abro los ojos.
—¡Luzbel!... Me asustaste, te pondré un cascabel o algo así. —Se encuentra algo agitada.
—Lo siento mamá. —Me disculpo antes de ir a mi habitación.
Al llegar me recuesto en mi cama de modo que no aplaste mis alas y me dispongo a dormir, mis alas desaparecen al momento en que sale el sol por lo que no hay problema por la escuela.
———
Perdón por
lo corto del
capítulo...
Actualizaré
pronto.
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Luzbel
Fantasy¿Una chica que se llama Luzbel? No es raro que sea solitaria y nadie se le quiera acercar. Sin embargo, es un ser de mucha luz.