Romance adolescente.

Un mal presentimiento.

Al llegar a casa, Daniel le comenta a su hermano mayor que necesita pagar la cuota mensual de su escuela de fútbol, Andrés asintio y miró hacia el techo.
Ahí te deje calentando el almuerzo Daniel, No lo dejes quemar ¿Vale? Ésta vez no comeré quemado. Iré por tu hermana, ya se me está haciendo tarde.- Daniel solto una risa y le dio un leve golpe a Andrés en su brazo. -Así será jefe, me traes algo ¿vale?. Cuidate-.

En camino al jardín de su hermanita, Andrés iba analizando cómo haría para pagar la escuela de Daniel, pues con lo que tenía tenia para los gastos necesarios.
Al llegar al jardín la maestra le comenta a Andrés sobre la actitud que tuvo recientemente su hermana. -Luego de la siesta rutinaria, ella despertó muy asustada, al parecer tuvo una pesadilla. Hable con ella, quizá la calme un poco-Dijo la maestra algo preocupada. -Bien, lo tendré en cuenta. Muchas gracias, señorita- Dijo Andrés tomando a su hermanita de la mano y despidiéndose de la maestra.

A la misma hora, llegó el padre de Verónica algo nervioso. -Qué te sucede, papi?- Dijo ella algo preocupada al ver el estado de su padre. -No lo sé, cariño, iba por la carretera y por un segundo sentí que no estabas, desde ese momento estoy así. No sé si es por el viaje, quizá no sea buena idea ir-. Verónica miró a su padre y lo abrazo.-No creo que sea motivo para perderte esa oportunidad, estoy segura que todo te saldrá bien por allá-. Alberto asintió y se dirijió a su cuarto a empacar las maletas. 

A eso de las tres y media llamó Nana y le comentó a el señor sobre su ausencia durante aproximadamente tres meses, Alberto habló con Verónica y la puso al tanto de la situación.          -Vale, papá. Todo estará bien, me llamas cuando llegues a Miami, Te Amo- Dijo Verónica luego de dar un caluroso abrazo a su padre. 

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-Qué sucede, mi amor? La maestra me comentó que estuviste algo alterada en el jardín- Dijo Andrés a Angie mientras le acariciaba su cabeza. -Soñé con mamá y papá, estabamos en el parque contigo y Daniel, pero se fueron y no regresaron. Los extraño mucho Andy- Dijo la pequeña sollozando en los brazos de Andrés. Daniel salió de una esquina de la pared algo triste y le dio un fuerte abrazo a sus hermanos. -Yo también los extraño, niños. Pero ellos lastimosamente no están acá. Venga vamos por un helado, nada de estar tristes mocosos-.