Unknown Known 4: Black |BTS|

Capítulo 8

Me tomo un poco más de media hora, el nudo que volvió a hacer Hyun Seong estaba muy firme. Y una vez que me libere, me moví con cuidado y empecé con las piernas.

—Listo...— una sonrisa broto de mis labios al saber que estaba completamente libre. De ataduras, ya que sigo encerrada en un lugar que no conozco por completo.

—Niña lista. — aquella voz de nuevo. Cuando pensé que estaba completamente sola, me equivoque. — ¿A dónde piensas ir?

—Lo más lejos posible...— lo empuje con todas las fuerzas que tenía y empecé a correr.

—¡July!

Corrí a todo lo que podía dar mis piernas, ingrese a una sala y cerré las puerta con seguro, eso los detendría, por unos momentos. Mire a todos lados, por una salida, y al final de aquella sala había otra puerta y a su lado un escritorio. Me aproxime y antes de cruzar la puerta me detuve, me di cuenta de que habían unos papeles sobre aquella mesa. Los tome y empecé a leer.

—¡July! — empezaron a golpear la puerta.

—Mejor no...— doble los papeles y los guarde en el bolsillo trasero de mis jeans. Y continúe corriendo.

***

Estaba cerca de casa, no tenían noción de la hora, pero suponía que era muy tarde. Y cuando estaba a unos metros de llegar a casa me di cuenta de que en mi puerta había una patrulla de policía con sus luces encendidas y muchas personas alrededor.

—¿Qué? — me preocupe y empecé a correr hasta que llegue a casa. — ¿Qué pasa? — buscaba a mi madre, me abrí paso entre la gente e ingrese y en eso la vi a ella, al lado de un policía el cual estaba tomando apunte de todo lo que ella decía. — ¿Mamá?

—¡Hija! — volteo a verme, tras escuchar mi voz. — ¡July! — salto hacia mí ni bien me vio. — ¡July! ¿Qué paso? ¿Dónde estabas? ¿Estás bien?

—Ehm...— estaba procesando todo lo ocurrido, pero tenía que armar unas cuantas mentiras.

***

Luego de la patética excusa que di, y las disculpas a los policías, todo regreso a la normalidad. O eso crei.

—¿Qué fue lo que paso realmente hoy? —pregunto mi madre al ingresar a mi habitación.

—Nada...— estaba recostada en mi cama mirando atraves del teléfono, las notificaciones de mi Facebook.

—Se que mientes...

—Mamá.

—Esa tonta excusa de que te quedaste dormida en la escuela, por favor.

—Eso paso.

—¿Qué más paso hoy?

—¿Quieres que te diga la verdad?

—¡Sí! — grito.

—Algunos de mis amigos, unos chicos fueron, en la hora de salida llevaron licor.

—¿Te hicieron algo malo?

—No, no...—le mostré mis muñecas. —Si quieres puedes revisarme.

—Ok...— ella se acercó a mí y empezó a revisarme mis muñecas, luego mi rostro, mi cuello. —Continúa...

—Ellos ofrecieron un poco de bebida a todos, y pues intente tomar, pero no tenía nada en el estómago. Y me quede por unas horas en el baño de la escuela y al salir me fui a mi asiento en el salón. Vino el señor de limpieza y me despertó. Si gustas mañana vas a hablar con él.

—Bueno...

Aquella noche, tuve mucho amor maternal de parte de ella. Fue un fin de semana tranquilo. La pase en cama y con muchas atenciones de parte de ella. La verdad se sintió muy bien un descanso de vez en cuando. Pero al llegar domingo, mi madre suele lavar la ropa sucia, y cuando estaba por llevarse mis jeans favoritos, recordé los papeles que tenia en uno de los bolsillos.

—¡Mamá!

—¿Si?

—¿Te puedo ayudar a lavar la ropa?

—¿Qué? No...

—Por favor.

—La vez pasada casi malogras la lavadora. —rayos, que hicieron las otras July's en esta dimensión.

—Bueno, al menos déjame ayudarte a cargar eso.

—Vale...—me entrego la cesta de ropa sucia y yo la lleve hasta el cuarto de lavado. La puse en el piso y voltee por si es que mi madre estaba atrás de mí, pero no. Al parecer seguía clasificando la ropa. Así que del bolsillo de los jeans, saque aquellas hojas y lo metí en el bolsillo de mi casaca. —Listo, gracias...— dijo mi madre al ingresar al cuarto. —Ahora vaya a descansar.

—Claro. — sonreí, me acerque a ella y le di un beso en su mejilla, para luego marcharme. Rumbo a mi habitación. Aquellos papeles eran sobre el proyecto Antallagí.