...Tan... Inocente... Tan... Lindo... Tan...
...Tan...
¡Tan al carajo todo!
Sin ningún aviso previo sacaste tu miembro para hacer algo que desde un principio habías planeado, pero no querías admitir. Comenzando a acariciarte de esta manera y apenas con tu miembro y genitales fuera. Primero en un intento torpe, deslizando la piel que cubría la punta hacia abajo dejando escapar el primer y todavía mediocre gemido mientras tu dedo aún en ese momento permanecía entre los labios de Ishimaru.
Seguido de eso el seguimiento de la masturbación tomaba un ritmo más continúo y "lógico", subiendo y bajando aquella piel entre tu puño cerrado, disfrutando nada más del tocar sus labios con la suavidad que esto llevaba y a su vez concentrándote en el alzarte de puntillas al no encontrar un sitio en el cual apoyarte
-...Anhg...Nmmg... Puta mierda... Ishi...-
Insultos varios y de más sonidos escapaban de entre tus propios labios mientras continuabas con esto, tu mirada iba desde esa rosada boca hasta su barbilla y de su barbilla bajaba por su cuello, siguiendo los huesos de su clavícula hasta su pecho, la parte de este que se veía y con ello seguías bajando hasta la curva de su cintura y esa hermosa línea de su cadera, tu concentración cada vez era más existente mientras seguías con el movimiento de arriba hacia abajo, a punto de terminar y rápidamente teniendo que pensar en el cómo alcanzarías un pañuelo de la caja de pañuelos desechables que se encontraba en el suelo.
La presión abdominal junto a ese cosquilleo era cada vez más fuerte, anunciando próximo al orgasmo mientras en sus labios todavía permanecía tu dedo, la presión era tanta y tanta, justo en ese momento en el que escuchaste el tintineo de unas llaves contra la puerta principal, justo en el momento en que los ojos rojos del monitor de pasillo comenzaban a abrir.
...Carajo...
La puerta fue abierta con el sonido de los mocasines contra el suelo que anunciaban la presencia de Daiya, junto a esto el que tu inevitablemente te cuestionaras sobre si el de cabello negro iba a llegar en esa noche o no.... Aunque la respuesta muy obvia era el sí, recién había abierto la puerta y por si fuera poco...
- ¡Mon-chan! ¿Estás aquí? - desde el pasillo se escuchó, y si Ishimaru no había despertado antes vaya que lo había hecho con ese grito.
-... ¿Ky...Kyoudai?- el Ishi que de a poco se iba despertando pronunció con los ojos entreabiertos abriendo estos de a poco y un poco más hasta que lo hizo por completo, mostrando en un primer momento una mueca de confusión que rápidamente cambió por el disgusto, la sorpresa, el rubor en su cara, pues... ¿Qué hubieras hecho tú en su lugar si hubieses encontrado a tu novio con su dedo en tus labios y masturbándose? Porque sí, por increíble que pareciera en todo ese tiempo no habías dejado de tocarte, estabas teniendo una sesión sumamente placentera, ¿Qué otra cosa podías hacer?
- ¡Mon-chan! ¿Estás despierto si o no? - los pasos del mayor se escuchaban cada vez más, casi a la par que la mueca de Kiyotaka se iba haciendo más grande, casi a la par que al genio de tu novio se le ocurría gritar...
Sin encontrar otra cosa que hacer ya en pánico, caliente y a punto de llegar al orgasmo con tu novio y tu hermano a punto de descubrirte (aunque uno de ellos ya lo había hecho) metiste tu pene erecto y palpitante dentro de la boca del desafortunado muchacho que no tenía la culpa de nada, terminando por sentir un escalofrió e tu columna vertebral y terminando también por correrte en su boca en un disparo que seguramente había llegado hasta su garganta en los chorros del semen caliente, esto sólo por sentir la calidez y humedad de esa boca que tanto deseabas, por algo tan simple como tal. Al menos por ese momento podías mantener su boca ocupada y era beneficioso para ti, así no podía gritar, y, sobre todo, Daiya no le escucharía... Ah sí, porque por temor u otras cosas nunca habías mencionado a tu hermano mayor el hecho de que estabas saliendo con otro hombre, y, con lo reservado que era Ishimaru esto de ocultar no había sido una tarea difícil...
Con la boca llena de tu verga que seguía escurriendo (y dicho esta de la manera más vulgar posible) el monitor de pasillo te miró desde abajo con esos ojos rojos casi tan rojos como sus mejillas, esta vez más sorprendido que asustado mientras tú con una mediocre sonrisa de dientes bien juntos y casi retorcida le mirabas, como intentando decirle con esta mirada que guardara silencio ¿Y Daiya? ...De Daiya no parecía que fueras a escuchar nada, hasta que...
- ¡Mondo! ¿Qué coño estás haciendo? - volteaste hacia la puerta en esa oscura habitación sólo para asegurarte de que no les había descubierto, suerte que no era así, la puerta seguía cerrada.
-¡Nada Aniki! Estaba durmiendo, ¿Qué quieres? - con tu tono de voz más irritado posible le dijiste, escuchando una tenue risa del pasillo con eso –Ja...Nada... Sigue durmiendo...- él respondió, comenzando a escucharse pasos que indicaban él había ido a su habitación.
... Jodido idiota...
¿Y en cuanto a ti? Tú eras el peor y más jodido idiota de los dos, sin previo aviso te habías corrido en la boca de tu novio. Sacaste tu miembro que ya iba perdiendo la erección ocasionando un sonido muy lascivo de la boca de Kiyotaka por la pérdida de la succión...Eso y que de pronto te estaba mirando con un hilo de saliva junto a tu esencia de hombre en esta, algo que unía todavía a sus suaves labios con la punta de tu miembro, en una visión bastante erótica hasta que lo único que pudo hacer Ishimaru fue toser, toser esos restos de semen que se le habían quedado en la boca, toser haciendo que te preguntaras que era lo que acababas de hacer.
...A la mañana siguiente tendrías que dar una y mil explicaciones.
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¡Cómetelo!
FanficResumen: Tú eres Mondo Oowada, el segundo al cargo de los Crazy Diamonds y uno de los motociclistas más temidos y poderosos de todo Japón... ... Entonces... ¿Cómo es posible que alguien como Kiyotaka Ishimaru pueda tenerte a tus pies? ...Tan s...