Oleia una chica de 17 años, es la joven mas libre, hermosa, caracter duro y temeraria de todas, es la guardiana de su padre, él alfa de la manada Hunters Moonlight, ella regresara de su internado para su transformación, ella no quiere tener un mate...
Supuse que Oleia había subido a descansar a su cuarto, después de lo agotada que debía de estar, tal vez no pensé bien en él cansancio que le traería, tal vez debí de haber dejado la fiesta para mañana, pero bueno yo quería que toda mi manada supiera que mi princesa había regresado...
Extrañe tanto darle él beso de buenas noches y acariciarle él pelo hasta que se quedaba dormida que decidí ir a su cuarto.
Subí las escaleras y recordé las veces que jugábamos a las atrapadas o escondidas, que hasta mi lobo jack se puso feliz.
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~por fin esta aquí otra vez~decia mi lobo jack feliz.
- si después de tanto tiempo la tenemos devuelta- le decía mientras giraba la perilla de su cuarto la cual note no tenia seguro, por lo que entre.
~No te vayas a atrever alejarla de nuevo de nosotros, es lo único que nos queda~ dijo mi lobo molesto.
-Calmate Jack sabes que fue por su bien, un día nosotros ya no podremos defenderla y ella tendrá que ser mas fuerte que culaquiera- le dije, mi lobo al no encontrar a su mate después de 200 años y al solo haber tenido una hija mujer de 7, cosa que ella no sabe, se volvió sobre protector con ella mas de lo que imagine...
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Seguía hablando con mi lobo cuando de pronto salio del baño, ella se asusto y dio un brinco soltando sus manos al aire, dejandome libre observar su cuerpo.
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En definitiva ya no era mi niña de 8 años, ya era todo una mujer, una mujer que era mi hija pero que estaba haciendo que con solo observar su cuerpo algo en mi se descontrolara...
Jack tomo él control de mi, no opuse resistencia sentí algo inexplicable, él se fue acercando sin dejar de mirar su cuerpo , su abdomen perfecto por él ejercicio, su cintura, sus pechos, ella es todo una diosa, cuando me di cuenta Jack la tenia sujetada de la cintura y se acercaba demasiado asu rostro, le olio el cuello y era exquisito, un aroma tan dulce y amargo tal como era ella... su respiración de ella era entrecortada, pero que cárajo estoy haciendo...
Me regañe mentalmente, como deje que mi lobo tomara él control -jack basta- dije autoritario. ~solo dejame probarla un poco~ dijo él con una voz ronca. - No suelta la ahora o te reprimire por mucho tiempo, haz lo ahora dije!- mencione lo ultimo gritando cuando sentí como volvía a mi cuerpo y ella solo me miraba mis labios estaban a solo milímetros separados de los suyos.
Al notar que mis manos seguían en su cintura, las quite para tomar su suéter y cerralo, tapando todo lo que me hiciera perder la cordura, no deje ni un segundo de mirarla, me separe un poco para tomarla en estilo princesa y dejarla recostada en su cama, la tape con su cobija y le di un beso de buenas noches.
