SHE'LL BE THE ONE

Prólogo



«Ella será quién rompa mi corazón, ella será el amor que no puedo dejar ir, ella será la luz que rompa mi oscuridad, ella será el amor que no puedo dejar ir ¿Pero como puedo no intentarlo?»

Shawn es consiente de que el diagnostico no es para nada alentador, que la relación que intenta iniciar tendrá un final cercano porque el tiempo se acaba y el sufrimiento aumenta.

Los días de vida están contados para ella mientras que él no quiere dejarla ir.

Sabiendo que ella no podrá quedarse no le importa, porque aquella chica es quién a través de su propio dolor ha iluminado la vida de Shawn con su alegría, y nada podrá arrebatarles eso, ni siquiera la muerte.

A pesar de saber que él más herido al final será él, a pesar de que estará envuelto en dolor, no importa en absoluto porque si se trata de ella está bien si es lastimado.

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Acaricié su mejilla mientras una de sus brillantes sonrisas se dibujaba en sus labios rojizos, siempre me contagiaba su alegría. Con mi mano acomodé detrás de su oreja el mechón de cabello rizado para despejar su rostro. Quería probar sus labios, estaba seguro de que eran dulces, pensaba que probablemente tenían sabor a sandía como aquél brillo labial que tanto le gustaba.

Me acerqué intentando ponerme a su altura para llegar a sus labios que hasta ahora sólo eran como un sueño, casi mágicos e imposibles pero de todas formas los deseaba.

—Shawn —interrumpió tomando distancia—, no está bien, no podemos.

—¿No podemos qué? —interrogué.

—Esto, tú y yo —dijo señalandonos a ambos—. Un nosotros es imposible y sabés muy bien el porqué.

Le sonreí, con cierto atisbo de preocupación porque veía el miedo en sus ojos claros.

—No me mires así —espeta— como si estuvieras...

—¿Como enamorado? —dije con gracia— Estoy enamorado de ti y soy un mal actor, no puedo mirarte de otra forma.

Sus mejillas tomaron el color rojizo que yo amaba ver, me hacía sentir como un ganador causar ese tipo de reacciones en ella y cada vez que las veía me convencía más de que ella también me amaba.

—Voy a lastimarte —dijo con voz entrecortada—, lo sabes.

—Siempre he creído que los sentimientos debemos vivirlos a fondo —expliqué—, quiero sentir el dolor, sólo los cobardes huyen de él y yo no quiero ser uno.

Bajó la mirada y supe que estaba conteniendo las lágrimas, no le gustaba llorar y no se debía a su orgullo, si no lo contrario, le preocupaba afectar a los demás con su tristeza.

—Ser lastimado es parte de la vida, lo importante es elegir cómo seremos dañados —. La abracé y enredé mis dedos entre su cabello—. Quiero ser lastimado de una forma hermosa, dramática y sobre todo artística, y sé que solo tú podrías hacerlo.

Escondió su rostro en mi pecho y mientras la rodeada con mis brazos casi puedo jurar que oí un sollozo, aunque jamás vi una lágrima en su rostro de porcelana.

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En multimedia está el tráiler que hice ¿que les pareció? 👀💖.

Espero que les guste esta historia y que me den su apoyo.