- Espera, hablas de escapar - dice kirito sorprendido.
- si, es la única forma y tendrá que ser esta noche -
- ¿Asuna estas segura?, si me ayudas tendrás que huír conmigo -
Asiento - lo sé, pero no hay opción, no voy a dejar que te hagan daño -
Sé muy bien lo que significa para mí ayudarlo, me perseguirán por traición, van a matarme si me atrapan, sé lo que estoy arriesgando pero que opción me queda, no puedo dejar que lo maten.
Él envuelve sus brazos a mi alrededor atrayéndome a su pecho nuevamente, reconfortándome - puedes venir conmigo a mi hogar - murmura.
Entierro mi rostro en su pecho conmovida por su ofrecimiento - ¿que hay de tu familia?, no les agradara la idea, después de todo son como tú, dragones, y yo te traje aquí. -
- estarás conmigo, no voy a dejar que nadie te lastime, lo prometo, nadie dirá o hará nada para dañarte. Por favor ven conmigo -
Mi corazon se acelerará por su amabilidad, no merezco que se preocupe por mí, pero ahora él es todo lo que tengo y tampoco tengo a donde ir asi que asiento y lo abrazo más fuerte, me digo que estoy haciendo lo correcto.
Nos quedamos asi unos momentos hasta que consideró que es hora de salir de aqui.
- tengo que irme, volveré por ti más tarde - digo separándome de sus brazos
- ten cuidado - murmura
Le sonrió en respuesta y salgo de la celda, tengo mucho que preparar.
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La noche esta tranquila y silenciosa, es mi oportunidad. Recorro el castillo usando las sombras como mi mejor arma.
Esta noche traicionarme a mi credo, pero algo jamás se sintió tan bien como esto.
Mis únicas armas son mi estoque en mi cintura, mi arma de dardos cuyas municiones son para noquear humanos por un par de horas, nada letal y mi Dedert Eagle, esta si está cargada con balas reales, sólo por si a caso, aunque ruego de todo corazón no tener que usar ninguna.
El castillo esta desértico por la noche aunque se de primera mano que un grupo de guardias hacen rondas cada hora, a cada uno de los miembros de KOB nos ha tocado hacerlo al menos una vez, pero ya que me toma diez minutos llegar hasta la celda de kirito desde la última ronda, tenemos cincuenta minutos antes de la próxima. He medido bien mi tiempo, además sé que shino y Liz están de guardia hoy lo que hace mi plan más fácil de realizar, sé lo que harán y donde estarán, tengo todo calculado, nada puede salir mal.
En el momento en el que llego donde kirito, soy recibida por un cálido abrazo. - estas aquí - murmura enterrando su cabeza en mi cuello.
- claro que estoy aquí, voy liberarte. ¿Estas listo? -
