¡Felices graduados!

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Y así, luego de un remolino de recuerdos se veían sentados a espera de ser llamados para ir a recoger sus títulos.

Por algún extraño motivo, el dueño de la empresa Vongola había pedido no sólo asistir a la ceremonia, sino también ser él quien diera los diplomas.

Era un hombre bastante anciano y lucía como un abuelo cariñoso.

Que suerte tendría el heredero de la compañía.

—Mochida Kensuke-kun.

El chico se levantó de un salto y tiró la silla, la mayoría de los presentes se rieron entre dientes mientras él se sonrojaba y acomodaba todo antes de dirigirse a recoger su tan ansiado título.

Los padres del chico suspiraron.

—Muchas gracias —hizo una pequeña reverencia ante cada uno de los presentes—. Lamento haber sido una molestia.

El director sonrió conmovido y desordenó los cabellos del chico.

—No vuelvas por aquí, muchacho —sonrió ante la mirada perpleja del chico—. No a menos que sea para mostrarnos tu títulos universitario.

Kensuke sonrió y asintió dirigiéndose al público y haciendo una reverencia.

—Gokudera Hayato.

El italiano se levantó ignorando los llamados de su hermana y el disimulado apoyo de su pareja, ¡par de escandalosos!

Timoteo sonrió al entregarle el diploma al guardián de su nieto, el chico lucía avergonzado y le miró con firmeza aun así.

—Prometo cuidar bien de Juudaime.

—Confío en eso.

Y sin más se fue, los docentes hicieron una mueca, pero no dijeron nada porque así era él.

Sin embargo se sorprendieron cuando volvió a subir, hizo una reverencia ante ellos y suspiró.

—Lamento todas las molestias, han sido grandes tutores.

Y después se fue.

Nono admiró los rostros perplejos de los docentes durante un rato antes de mirar a las familias, Shamal, Bianchi y el padre del chico resaltaban sin duda alguna.

Se encogió de hombros y miró hacia los estudiantes.

—Kurokawa Hana-san.

La chica dejó de buscar entre la multitud y se levantó para dirigirse hacia el abuelo de Sawada... O ese era el plan.

—¡Hana!

Y maldijo lo inoportuno que era su novio, lo ignoró y tomó el título.

—Deberías girarte.

—Seguro es alguna estupidez.

Se giró hacia los docentes, hizo una reverencia y se preparó para ir a noquear a Ryohei cuando lo vio.

Quedó muda.

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