Cap. 16

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Narra Aimi

Ya era el día siguiente, mis hermanos y yo habíamos ido temprano al gremio, no quisimos despertar a mi mama, después de todo, había estado llorando todo el día de ayer.

Al llegar al gremio, mi tía Erza se nos acercó—Como esta Mia?—nos preguntó, podía ver la preocupación en sus ojos.

—Esta... bien—mentí, ella pareció notarlo, y me insistía con la mirada a que le diga la verdad, yo suspire y se la dije—Estuvo llorando toda la noche, esta destrozada por lo que paso—dije

—Y tu padre? Sabes algo de él?—me pregunto, iba a responder pero Igneel-nii contesto por mi

—No sabemos dónde está, ni queremos saberlo, el ya no es nuestro padre—dijo con molestia

—Vamos chicos—nos dijo Nash-nii, a mí y a Igneel-nii, mientras que ponía su mano derecha en mi hombro derecho, y su mano izquierda en el hombro izquierdo de mi gemelo, ambos asentimos.

Nash-nii, nos guio hasta una mesa en donde estaban nuestros amigos, yo me senté en medio de Gale y de Reiki, ellos dos eran como mis hermanos mayores, los quería mucho, Nash-nii se sentó al lado derecho de Reiki, e Igneel-nii, se sentó en medio de Nash-nii y de Gavy-chan.

—Odio a Natsu—dije mientras que ponía mi cabeza sobre el hombro de Gale

—Nosotros también—dijeron mis hermanos

—Porque tuvo que venir esa mujer?—pregunto con molestia Nash-nii—Todo era mejor sin ella

—Tienes razón Nash-nii—dijimos mi gemelo y yo al mismo tiempo

Estuvimos hablando sobre lo que había pasado ayer, hasta que las puertas del gremio se abrieron dejando ver a mi madre, ella había entrado con una sonrisa en el rosto, sus ojos eran de color amarillo, eso significaba que estaba feliz, parecía que todo lo que había pasado ayer, nunca hubieran pasado.

Le hice una señal a mis hermanos, y ellos parecieron entenderme ya que ambos se levantaron al mismo tiempo que yo, y nos dirigimos hasta donde estaba nuestra madre—Chicos donde esta Natsu? No lo encontré esta mañana—dijo con una sonrisa, como si todo lo que paso ayer, no hubiera pasado, acaso olvido todo?

—Esto... mama? Estas bien?—le pregunte, ella solo me miro confundida

—De que hablas Aimi?—dijo confundida—Estoy perfecta, porque no lo estaría?—como que porque no lo estaría? Ayer Natsu se besó con una rubia en frente de sus ojos

—No recuerdas lo que paso ayer?—le preguntó Nash-nii, él al igual que mi gemelo y yo, estaba preocupado por nuestra madre

A los pocos segundos de que Nash-nii le hizo aquella pregunta, los ojos de mi madre habían cambia de color, ahora estaban de color azul -tristeza- poco a poco, las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas, había empezado a llorar—Yo... creo que no me siento bien...—dijo, y justo cuando volteaba para irse, las puertas del gremio se abrieron, dejando ver a Natsu y a esa rubia oxigenada, riendo.

Narra Mia

No recuerdo cuando volví a mi casa o cuando fue que me quede dormida. Solo sé que desperté en mi cama, busque con la mirada a Natsu, y al no encontrarlo me pareció muy extraño, siempre estaba a mi lado al despertar, siempre me daba un beso al despertar y me decía que me amaba.

Fui a la cocina a buscarlo pero no lo encontré, lo busque con en las habitaciones de mis hijos pero tampoco lo encontré, al igual que mis hijos, supuse que los cuatro habían ido al gremio juntos.

Regrese a mi habitación, me di un baño y me cambie.

Luego de hacer todo eso, me dirigí al gremio, al llegar todos me miraban extraño, incluso mis hijos, estos rápidamente se acercaron a mí.

—Chicos donde esta Natsu? No lo encontré esta mañana—les dije con una sonrisa

—Esto... mama?—Aimi parecía preocupada, al igual que sus hermanos—Estas bien?—la mire confundida, no entiendo a qué se refiere con eso

—De que hablas Aimi? Estoy perfecta porque no lo estaría?—pregunte confundida

—No recuerdas lo que paso ayer?—me pregunto Nash, justo en el momento que dijo aquello, todos mis recuerdos de ayer regresaron de golpe, desde el momento en que llego Lucy hasta que los chicos llegaron.

Sentía que mis lágrimas empezaron a mojarse y mis ojos empezaron a arder—Yo...—me quiero ir, me quiero morir—creo que no me siento bien...—dije, justo cuando me disponía a irme, las puertas del gremio se abrieron dejándome ver a un Natsu y una Lucy muy felices.

—Mia...—dijo Natsu al notar mi presencia—Estuviste llorando...—intento tocar mi mejilla pero yo retrocedí unos cuantos pasos, alejándome de él

—No... No estaba llorando—soy la peor mentirosa que puede existir, es obvio que estuve llorando

—No me mientas, tienes lágrimas en tus mejillas, tus ojos están hinchados y el color de tus ojos ahora es de color azul—dijo, dio un par de pasos más cerca de mí, e intento volver a tocarme, tenía miedo, no quiero que me toque—Acaso llorabas por mí?—se burló—Pobre Mia, acaso pensaste que en verdad te amaba, yo siempre ame a Luce—yo ya no lo soporte más y me fui de ese lugar, fui al único lugar en el que me siento segura, fui al infierno, fui con mi hermano Dereck

Narra Natsu

Me había quedado en un hotel a dormir, ninguno de mis amigos me quería recibir en su casa, aunque entiendo el porqué, me merezco todo esto y más.

Al día siguiente, mientras que me dirigía al gremio, me encontré con Luce en el camino.

—Hola Natsu!—me dijo mientras que intentaba darme un beso, pero la detuve—Que sucede?—pregunto confundida

—No podemos hacer esto—dije refiriéndome al beso—Tu y yo, ya no somos nada, yo ahora estoy casado con otra mujer, ella es mi otra mitad, no puedo hacerle esto—le dije serio—No sé porque correspondí tu beso la otra vez, pero espero que no se vuelva a repetir, ahora estoy casado con ella, y no planeo perderla por nada en el mundo, con ella tengo a los mejores hijos del mundo y no pienso dejarla ir, ella es la mujer que amo—dije mirándola a los ojos—Espero que me entiendas Luce, espero que quedemos solamente como amigos

—No te preocupes Natsu, entiendo—dijo con una sonrisa, que rápidamente se transformó en una mueca—Por desgracia no puedo dejar que estén juntos, tengo un trato con Noir, y no puedo dejar que interfieras en el—me dijo para luego lanzarme un polvo encima—Ahora Natsu, bésame—me dijo y mi cuerpo actuó sin mi consentimiento y la beso—Ahora eres todo mío

Ahora Lucy controlaba mi cuerpo, este no obedecía nada que le decía, solo hacia lo que Lucy le ordenaba, llegamos al gremio, y vi a Mia, estaba llorando, me destrozaba verla así, pero en eso Lucy se acerca a mi oído y me susurra "Hazla sufrir, hazla llorar" y así las palabras empezaron a salir por si solas—Mia... estuviste llorando...--mi mano se acercó a su mejilla pero ella se alejó antes de poder tocarla

—No...—dijo bajo, pero luego me miro a los ojos—No estaba llorando—dijo, es obvio que estaba mintiendo

—No me mientas, tienes lágrimas en tus mejillas, tus ojos están hinchados y el color de tus ojos ahora es de color azul—dije, aunque en realidad lo único que quería hacer era abrazarla y pedirle perdón, mi cuerpo se movió e intento volver a tocarla, pero en cuanto estuvo a punto de hacerlo, se detuvo y dijo—Acaso llorabas por mí?—aquellas palabras salieron en forma de burla—Pobre Mia, acaso pensaste que en verdad te amaba, yo siempre ame a Luce—Eso no es verdad, yo te amo a ti, MI MIA, siempre te he amado, estoy seguro de que si no hubiera perdido mis recuerdos, estoy seguro de que nunca nos hubiéramos separado, pero no podía decir aquello, Lucy ahora controlaba mi cuerpo, y ella solo quería alejarme del amor de mi vida.

Pude ver como Mia había vuelto a llorar, me miro con odio, decepción y tristeza -odio que me mire así- para luego salir corriendo y desaparecer de nuestra vista

—Eres de lo peor—me dijeron mis hijos para luego ir con sus amigos, a lo mejor sabían que Mia quería estar sola.

De regreso a Fairy TailDonde viven las historias. Descúbrelo ahora