Eren x Levi [Ereri] ¿Tú eres mi titán? (Fanfic AoT yaoi, Historia Alternativa)

Mikasa

Los tres se fueron cabalgando. Eren, aún desmayado estaba montado encima del caballo de Levi, y Mikasa lo miraba muy mal. Él se percató de esto, y no pudo evitar comentarlo.

-¿Pasa algo, Mikasa?

-No, no.

-¿Seguro?

-Sí.

Levi apartó la mirada de ella después de esta respuesta. Si no era capaz de ser sincera con lo que realmente le ocurría, tampoco podía ser sincera con él.
Se oyeron muchos pasos detrás de ellos, pasos que caminaban a mucha velocidad.
De pronto un grito sordo proveniente de Armyn se escuchó, los dos miraron para atrás y vieron al chico tirado en el suelo, sangrando, y su caballo huyendo.

-¿Armyn? ¿Que ha pasado?- dijo Levi dándose la vuelta, alarmado.

-¡Levi, ayúdame! ¡Ayuda por favor!- gritó el chico, arrastrándose con dificultad por el suelo, casi llorando.

-¿¡Pero que ha pasado, Armyn!?

-¡Ella!- Armyn señaló al noroeste, donde se iba corriendo una titán, de unos 14 metros, de rasgos femeninos.

((Alerta, spoiler de la serie original))

-¿¡Cómo!?- gritó Levi -¿¡Annie!?

-¿¡Cómo ha escapado del subsuelo!? ¡Hanji la tenía prisionera, además ella estaba cubierta de cristal!- dijo Mikasa, que desvió su caballo rápidamente hacia ella.

-¡Estáte quieta, Mikasa!- ordenó Levi.

-¡Pero Levi!

-¡Para ti soy Rivaille, Señorita Ackerman!

-...- Mikasa detuvo su caballo.

-Así me gusta.

Levi se fue rápidamente cabalgando hacia el titán hembra, con todavía Eren inconsciente apoyado sobre la parte de atrás. Mientras tanto Mikasa retrocedió y fue por Armyn, curándole las heridas, y preguntándole que había pasado.

-Mikasa... Yo... Todo ha pasado muy rápido, aún me da vueltas la cabeza.

-Armyn, esto es muy importante para todos. A parte Lev... El señor Rivaille se molestará si no le dices la verdad.

-Es que no lo recuerdo... Todo fue... Todo fue... Muy...- Armyn apoyó la cabeza contra un árbol -Annie me cogió del caballo y me aplastó las piernas. No se que quiere de nosotros, pero lo que si se es que le interesa quitarnos del medio.

-¿Crees que se habrá escapado? ¿Cómo habrá conseguido sortear a los guardias? ¿Cómo habrá conseguido romper el cristal?- le preguntó Mikasa, muy alertada.

-No lo se, Mikasa. Mejor preguntáselo cuando no este intentando asesinar a Levi y sobre todo a...- hizo una pausa -...Eren.

A Mikasa la recorrió un escalofrío desde la punta de los dedos del pie hasta el último punto de su cabeza.
Después de escuchar eso, dejó caer a Armyn, y cogió las riendas de su caballo sin pensárselo dos veces.

-No te muevas de aquí, volveré pronto con ellos dos. No puedo permitir que esa enferma mate a Eren.

Armyn miró hacia el lado contrario al que estaba mirando ella. Suspiró y asintió con la cabeza.

Fue hacia rápidamente hacia ellos, siguiendo las pisadas de Annie, y el olor a quemado que desprendía su piel. Cuando consiguió encontrarlos, vio algo que nunca se podría haber creído.

-¡EREN!-

Annie, la titán hembra, estaba siendo atacada por Eren titán, ambos estaban forcejeando. Él tenía sus manos puestas sobre los hombros de ella y emitía potentes gritos que desgarraban los oídos del menos sensible. Levi se encontraba en su hombro, estático, esperando el momento exacto para cortarle los tendones del cuello y de los brazos a Annie.
Eren tiró de su brazo derecho con una fuerza impresionante, arrancándoselo de cuajo y lanzándolo al suelo, emitiendo muchísimo calor y vapor.
En ese momento, Levi saltó, enganchándose con su equipo al cuello de ella, que se dio cuenta de eso y se tapó la nuca con las manos.
Levi soltó una pequeña risa, y metió sus cuchillas en la herida que había dejado en el brazo, dando vueltas y haciendola cada vez más y más profunda, saltó de allí y fue directo por los ojos, hundió sus cuchillas en ellos y las sacó, seguidas de un hilo de sangre.

-Eren- le dijo Levi.

Eren lo miró y emitió un potente rugido de ira, cogió a Annie del cuello y la estampó contra el árbol que había detrás de ella, le dio una patada en el abdomen y la monstruo comenzó a escupir sangre.
Levi aprovechó el momento y le cortó los tendones del único brazo que le quedaba. Después de eso, Annie se vio obligada a dejar caer su brazo, sin resistencia.
Pegó un grito.

-...EREN.

Todo se volvió oscuro.