Capitulo 4:
Un rato después estando aún en compañía de mi profesora en el auto, en el taller mecánico de la Universidad. Estando yo otra vez con el libido en descontrol la bese y la estimule porque volví a tener ganas de ella. Sabia que seria así de antemano si le ponía las manos encima. La monte de espaldas a mi, sobre mis muslos y la penetre despacio, cuidadosamente, gozando cada segundo y cada roce.
Metido en ella hasta la mitad de mi tamaño, la levante de los muslos para bajarla y subirla por mi miembro. La mire por el espejo retrovisor interior. La mire disfrutar mordiéndose y lamiéndose los labios. Vi como se puso roja y sudaba. Devore con la mirada la vista de sus senos azotarse arriba y abajo. Ella llego al orgasmo muy rápido porque en esa posición le llegaba hasta el fondo con potencia. Estaba muy excitada mirándome a su vez por el espejo. Nuestras miradas se cruzaban y nuestros vientres se contraían con espasmos de placer y de erotismo. Yo lamia su cuello o su lóbulo mirándola a los ojos a través del espejo retrovisor provocándola, sonriéndole con perversión y lujuria. Perdí la cuenta de cuantas veces ella eyaculo, porque yo solo me centre en hacerle el amor una y otra vez. Casi sin energía la coloque de 4 patas sobre el asiento trasero y yo de rodillas. La penetre duro y rápido. Los sexos empapados hacían palmas al chocar. El interior del auto quedo impregnado con aroma a sexo y los vidrios quedaron empañados. Mire a mi profesora agitarse a mi merced. La escuche gemir, y volverse loca debido a mi ataque furtivo. Ella agitaba la cabeza. Su pelo enmarañado parecía un halo color miel. Ambos estábamos bañados en sudor, en semen y fluidos femeninos. Estábamos agotando todas nuestras energías. La escuche y la sentí irse conmigo una última vez y la deje ir finalmente. Ella quedo con los ojos desenfocados, con el cuerpo convulsionante y yo casi en el mismo estado me deje caer de culo en el asiento. Costándome trabajo tragar saliva. Me termino doliendo el pecho por el esfuerzo que hacia por respirar.
Cuando recupere un poco el aliento la jale y la senté de lado en mi regazo estando desnuda. La cobije entre mis brazos. Minutos después ella atrapo un mechón largo rasta de mi cabello con la mano derecha y me atrajo hasta su boca para besarme seductoramente. En mis labios me dijo dulcemente con la voz quebrada de emoción y de cansancio.
— Te amo Neel. ¿De verdad tú me quieres también?. Tengo miedo de ti. Temo que me estés mintiendo, pero temo mas no poder estar cerca de ti. Por favor se sincero conmigo, así sabré a que atenerme. No quiero tener falsas expectativas. No me ilusiones con engaños.
— Te amo de verdad, crema de nata. No me perderás porque seré incapaz de mantenerme apartado de ti.
Me hiciste polvo cuando me rechazaste hace meses. Ya te quería en ese entonces, pero por orgulloso no pude confesármelo ni a mi mismo. Tú no me abandones tampoco.
No te alejes de mi otra vez nena.
— Claro que no. ¿Cómo podría?. He querido estar así contigo desde el día que nos conocimos. Pero no podemos volver a tener sexo en la facultad. Yo continuo siendo tu maestra y tú mi alumno. Si nos descubren estoy acabada.
Si alguien nos pregunta que hacemos juntos en alguna ocasión, diremos que soy tu maestra particular.
Neel. ¡Deberás de verdad estudiar mi asignatura!.
— Ajajajaja. Lo que usted diga maestra.
Una hora después de aquel encuentro, toque la bocina para despedirme de mi maestra amante en el paradero de autobuses. Ella no quiso que la llevara en mi automóvil hasta su departamento. No quiere levantar sospechas.
Del taller de mecánica salimos con varios minutos uno antes que el otro. Ósea, ella salió antes que yo. No había nadie a la vista, menos mal.
Mientras estemos en la U, estoy dispuesto a fingir que no somos amantes por ella, pero sufriré de celos continuamente. Peor que antes.
ESTÁS LEYENDO
El amor es blanco y negro.
Storie d'amoreUna profesora tímida,y recatada de Universidad al salir un dia del salón de clases al pasillo choca accidentalmente con un joven universitario que la remece por dentro ante el impacto de su fuerte presencia. Profesora y alumno se ven envueltos en el...